Deportivo 3-0 Valladolid Promesas
Por si al Deportivo le habían encontrado el tranquillo en ataque a la vista de los últimos empates, Borja Jiménez actuó. Dos cambios eran obligados en la alineación del Deportivo ante el Valladolid Promesas y el técnico introdujo un tercero de manera voluntaria, con cambio de dibujo incluido. En seis minutos, el partido se le puso de cara. El rival intentó contrarrestar el golpe, tuvo opciones, pero los blanquiazules le cortaron las alas para sumar tres puntos con más goles que fútbol.
Partió del 4-4-2 el Deportivo con tres delanteros en el equipo, uno de ellos, como decía Irureta, asimétrico: Quiles. Noel entró en el once para acompañar en la punta del ataque a Miku. Atrás, Borja Granero adelantó en el orden de centrales a Pablo Trigueros para suplir a Adrián Lapeña, que se perdió por sanción los primeros minutos del campeonato. En el lateral derecho, lo esperado, con la vuelta de Trilli. El canterano, que no era titular desde la primera jornada, suplió la baja por contrato de Víctor García. La cláusula del miedo no le dejó medirse al equipo del que procede y al que regresará el próximo curso.
El descaro del filial pucelano no tardó en aparecer en el césped del Estadio Abanca-Riazor. En el segundo minuto, una transición del jugador con más talento de los blanquivioletas en el municipal herculino, Víctor Narro. Una transición suya en ataque, de fuera hacia adentro, con asistencia desde la izquierda y un remate desviado por poco, avisó al Depor.
El equipo de Borja Jiménez no se dejó intimidar en esos primeros minutos de partido y respondió con una acción de Bergantiños para Quiles y este hacia William, que mandó su derechazo a las nubes.
Anunció así el gol el Deportivo. Fue de esos tempraneros, que allanan el camino, aunque también suelen ser peligrosos por la tendencia a relajarse de manera inconsciente. El Valladolid, ambicioso arriba, mostró su debilidad defensiva a los seis minutos. Avanzó el Deportivo por la izquierda después de que Mackay se la jugara con un pase en el área, Héctor la subió, Miku asistió a Quiles y el delantero andaluz, libre de marca, ayudado por la acumulación de atacantes blanquiazules, definió con acierto con la zurda.
Fue un buen inicio del Deportivo, que rozó el segundo superado el cuarto de hora en un saque de esquina que cabeceó Miku y no pudo rentabilizar Granero en el rechazo.
El descaro de los de Julio Baptista fue compartido por Trilli, que en ataque se atrevió con un caño antes de la media hora. Más problemas tuvo en tareas defensivas, pero sin consecuencias.
Perdió ritmo de juego el Deportivo y también le faltó profundidad con el balón. El Valladolid estaba mejor en esos momentos del encuentro previos al descanso. El Deportivo, excesivamente contemplativo, a la espera de que el rival fallara o adelantara la presión, mantuvo el tipo.
En el intermedio, Borja Jiménez movió pieza. Sacó a Noel y dio entrada a Soriano. Buscaba un enganche. El Valladolid Promesas le creó problemas con Lucas Rosa y Narro y tuvo el empate a los cinco minutos de la reanudación con una buena jugada colectiva que acabó con un disparo tapado por Jaime y otro de Moha que salió por encima de la portería de Mackay.
Fueron minutos de dificultad para el Deportivo y de producción ofensiva del Valladolid, pero sin efectividad. Los blanquiazules cortaron en seco el ímpetu de su adversario antes de que se cumpliera la hora de encuentro. Fue el segundo gol de Quiles, aunque mucho mérito lo tuvo Miku. Primero, porque el venezolano presionó arriba y forzó un saque de banda. Después, porque la subida de Héctor Hernández, con pasillo para avanzar, continuó con un cabezazo del delantero que Quiles convirtió al tocar el esférico con el muslo derecho.
El triunfo ya estaba a punto para el Deportivo. El técnico volvió a maniobrar con la entrada de Villares por William, que quería más.
Una falta centrada de Moha que atajó Mackay fue la última que tuvo el equipo vallisoletano antes de que el Deportivo finiquitara la contienda a falta de 20 minutos. Pidió penalti Quiles y el árbitro cogió el camino del medio, un córner que no era. En la práctica, el castigo fue el mismo. Apareció el laboratorio. Ejecutó desde el córner Juergen y disparó con la derecha Soriano para colarla en el fondo de la red y desquitarse en la celebración.
El poste le negó el cuarto al Deportivo, el hat-trick a Quiles. Y el árbitro se cobró un penalti que luego, a instancias del árbitro y a falta de VAR, convirtió en córner. No hay manera de que al equipo herculino le piten uno a favor.
Los blanquiazules pudieron aumentar la cuenta con un Miku que lo intentó por diferentes caminos. Quiles se lo sacó sin querer.
A la victoria se sumó la derrota de la UD Logroñés en su casa ante el Extremadura (1-3) para un domingo redondo para los herculinos.
El Deportivo cerrará el año como líder del Grupo I de Primera RFEF pase lo que pase el próximo fin de semana en el Reino de León ante la Cultural y Deportiva Leonesa, donde estará arropado por, al menos un millar de aficionados. Antes, la cita copera con un Primera División, Osasuna, el próximo jueves.
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