El Deportivo sobrevive en causa de disolución y dos son las cuerdas a las que se aferra para seguir a flote mientras regresa al fútbol profesional: sus aficionados y la entidad financiera que es el principal acreedor y también el máximo accionista, Abanca.
El club coruñés cerró el último ejercicio contable, 2020-21, con pérdidas de más de once millones de euros y también prevé déficit en el curso actual, el 2021-22, en este caso de millón y medio. En la Asamblea de Accionistas de diciembre, el Deportivo aprobará la solicitud de un préstamo participativo de 12 millones de euros convertible en acciones que tramitará con el banco que posee más del 76 por cien de las acciones y que, de este modo, ampliará su participación aun más en el futuro. Con ese dinero que inyectará Abanca, el Deportivo contrarrestará los números rojos del ejercicio contable que se cerró el 30 de junio. Con esos 12 millones y los 35 de deuda que fueron convertidas en acciones el año pasado, son ya 47 los que han salido de Abanca, 17 de ellos en forma de créditos participativos, inyectados al Deportivo, ya que los otros 30 correspondían a la deuda contraída previamente con el banco que preside Juan Carlos Escotet.
Socio capitalista
La empresa que ha auditado por primera vez las cuentas del Deportivo, KPMG, explica en el Informe de Auditoría que ha obtenido “documentación justificativa del apoyo financiero del accionista mayoritario de la sociedad” y también ha comprobado que “la capacidad financiera de este es suficiente para cubrir las necesidades de tesorería” del club.
Los auditores manifiestan que a 30 de junio de 2021, la Sociedad “presenta un déficit patrimonial de 50 millones de euros como consecuencia de haber experimentado pérdidas en los ejercicios anteriores a la declaración del concurso de acreedores que consumieron con creces todo su patrimonio, por lo que se encuentra en la situación de disolución obligatoria prevista en la ley”. No obstante, precisa KPMG aludiendo a una sentencia del Tribunal Supremo, “puede sostenerse la inaplicabilidad de esta causa de disolución si se aprueba un convenio concursal en tanto este se esté cumpliendo rigurosamente”. Y eso es lo que está haciendo el Deportivo. Apuntan los auditores que no hay “ninguna duda de su futuro cumplimiento”.
En la documentación que el club facilita a los socios para la Junta se explica que “la capitalización de 35 millones de deuda por Abanca ha reducido los vencimientos financieros a corto plazo y minorado los fondos propios negativos, pero la desviación económica que existe en un club con la dimensión del Deportivo y los ingresos que se perciben fuera de la liga de fútbol profesional atenuados por la situación de pandemia, no pueden cubrirse sin la necesidad de aportación en capital o incremento del endeudamiento”. De ahí el nuevo crédito con Abanca.
Apoyo social
El Consejo de Administración se deshace en elogios hacia sus aficionados: “es el mayor capital que tiene la Sociedad”.
En hechos posteriores al cierre del ejercicio, en referencia al futuro, se indica que “a pesar de no seguir en el fútbol profesional el apoyo de aficionados y patrocinadores está siendo sobresaliente”.
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