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domingo, 17 de octubre de 2021

MIKU DEVUELVE AL DEPOR AL CAMINO DEL TRIUNFO

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DEPOR 1-0 SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES



Jarreaba en Riazor cuando el balón echó a rodar en el tapete herculino, pero se aclaró con el paso de los minutos, como el panorama del Deportivo. Tras los nubarrones de Salamanca, la tormenta ante la SD Logroñés y la inexplicable granizada de Irún, aparecieron los claros, la lucidez de un equipo que martilleó hasta romper esa piedra que se le había resistido en la anterior jornada. Miku desplegó el paraguas en un saque de esquina en la recta final del primer acto, Después, el equipo amenazó con repetir un tortazo como el que se había llevado ante los riojanos en la anterior cita como local. En el alambre, esta vez gestionó mejor la ventaja y se reencontró con el triunfo. Llueve menos.

Borja Jiménez sorprendió en la alineación. Quiles, el máximo goleador, el mejor jugador de septiembre para la afición, se quedó en el banquillo después de no haberse sentido cómodo en el Stadium Gal, donde estrelló un balón en la madera. Esta semana se entrenó con un vendaje en la pierna izquierda el jueves y el viernes, pero la decisión fue técnica. Riazor, por primera vez con la posibilidad de completar aforo y más de 14.000 en la grada, aplaudió con estruendo cuando José Luis Núñez mencionó a Noel, el sustituto de Quiles. El canterano, aún sin renovar y en los días previos a la Youth League (la Champions juvenil), en la que el técnico prefiere que no participe (pero respetará lo que decida el club), buscó espacios interiores en la línea de ataque que compartió con Miku, uno de los veteranos en los que se ha apoyado en el vestuario. William de Camargo ofrece profundidad en la banda izquierda y nunca rechaza el uno contra uno. Con él y Héctor Hernández, el Deportivo empezó cargando por la banda izquierda.

El de Noel por Quiles fue el único cambio, pero hubo más retoques. En el centro del campo, el míster posicionó de inicio a Villares por delante de la zaga, con Bergantiños a la izquierda y Juergen a la derecha. El colombiano tuvo mayor movilidad.


GESTIÓN
El Deportivo volvió a echarse atrás en el segundo tiempo, pero lo arregló 




Los blanquiazules pidieron penalti en una acción de Lapeña con Fomeyem en uno de los primeros saques de esquina que botó el Deportivo en los primeros minutos. El Sanse asumió el papel que le deparaba el encuentro y trató de encontrar las vías de agua que rentabilizó al máximo el Real Unión. A los 13 minutos, después de una pérdida en campo propio, Raúl probó a Mackay con un disparo centrado, sin problemas para el arquero.

Miku avisó con un remate de cabeza superado el ecuador del primer periodo (estaba calibrando el cuello), y a la media hora el Deportivo buscó la derecha, con un ataque que surgió de un pase filtrado por Lapeña para Víctor García y la asistencia del extremo reconvertido a lateral para Juergen, que fintó bien a su rival en el área, pero acabó rematando al lateral de la red.

Ya empezaba a temer Riazor que le pasara al Deportivo lo que en Irún (donde solo pudo marcar un gol), pero en el séptimo saque de esquina, a nueve minutos para el descanso, Juergen ejecutó con precisión y Miku ganó en el salto a Barreda para poner al equipo por delante.

Solo el Sanse movió una pieza tras el intermedio. Regresó espeso el Deportivo al terreno de juego. La única alegría en los albores del segundo tiempo fue la interpretación del espacio por parte de Noel. El equipo dio vida a su rival. Un error de Mackay con los pies, que no pasó a mayores (Riazor apoyó al portero con aplausos), y un centro de Barreda amenazaron a los deportivistas. Borja Sánchez y Dani Molina empezaron a entrar en juego. Un problema. Riazor pidió que le echarán bemoles. Pero más que eso, faltaba fútbol, con Juergen demasiado alejado, una vez más, de la zona donde realmente es peligroso.



Defensa con balón



El Deportivo, sin brillar, al menos logró recuperar el balón y defender con él en su poder. Los madrileños tampoco tuvieron ni la fe ni el juego que había desplegado la SD Logroñés.

William pecó de egoísta en la banda izquierda, donde mareó a los rivales, pero también a sí mismo en el segundo tiempo tras sus buenos primeros 45 minutos y los cambios ayudaron a sostener mejor la ventaja, pero de nuevo ese oxígeno fue tardío, más allá del minuto ochenta. Borja Jiménez utilizó las tres permutas del fútbol prepandémico y dejó dos.

La primera fue la de Quiles por Noel en un Depor que, por momentos, se asomó un poco más al 4-4-2 que al 4-3-3. El canterano fue despedido con su nombre coreado por Riazor. Su sustituto pudo despejar la incertidumbre en el camino hacia la victoria para este Deportivo que la necesitaba como fuera. Lo hizo concediendo poco, solo un disparo entre los tres palos del rival, volviendo a dejar la portería a cero después de tres partidos con goles en contra.

Son aspectos positivos con los que se queda Riazor. Pero a nivel ofensivo, después de una primera parte de claro dominio, bajó muchos enteros en el segundo periodo y por ahí debe seguir puliendo al equipo el preparador deportivista. 


Deportivo Mackay; Víctor García, Lapeña, Jaime Sánchez, Héctor Hernández; Juergen, Villares, Bergantiños (De Vicente, m.81); Noel (Quiles, m.67), Miku y William de Camargo (Menudo, m.81).
San Sebastián de los Reyes: Miguel Bañuz; Barreda (Carlitos, m.79), Llerena, Fomeyem, Iván Pérez; Dani Molina, Borja Sánchez (Javi Rueda, m.79); Raúl (Fer Ruiz, m.46), Llorente (Jauregui, m.68), Borja Martínez; y Arturo (Jime, m.68).
Gol: 1-0, M.36: Miku.
Árbitro: Fernández Buergo, del comité asturiano. Amarillas a Barreda (m.74) y Javi Rueda (m.87), del San Sebastián de los Reyes.
Incidencias: Partido de la octava jornada de Primera Federación disputado en el Estadio Abanca-Riazor ante unos 14.744 aficionados. El Deportivo homenajeó en el descanso a Lucas Yáñez, campeón del mundo juvenil de patinaje artístico.

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