Podía ser un camino despejado hacia el objetivo menor (pero obligatorio) de la Primera Federación, pero al Deportivo le gustan los sobresaltos por más que no se le hayan dado bien en los últimos años. Pisa otro campo de minas. Conformista, se la pegó en el césped artificial de Langreo y se complicó su presente y su futuro. Sigue al frente del grupo 1D, pero a su derrota en el Nuevo Ganzábal se le sumó el triunfo del Numancia, su próximo rival, ante el Racing de Ferrol. Los deberes están por hacer.
Un punto separa ahora a los deportivistas de los sorianos. Aventajan en dos al Racing de Ferrol, que perdió la segunda plaza en Los Pajaritos, y en cuatro al Langreo. Nada está hecho. El domingo, en el Estadio Abanca-Riazor, el Depor se la juega ante su más inmediato perseguidor.
En el Nuevo Ganzábal, los dos equipos apostaron por el mismo sistema, el 4-3-3, con varias novedades en la alineación del Deportivo condicionadas por lo que requería el césped artificial.
Rubén de la Barrera optó por la vuelta de Héctor Hernández al lateral izquierdo en detrimento de Salva Ruiz; la de Uche Agbo al centro del campo tras haber cumplido sanción; y la de Rayco al extremo izquierdo. Lara y Raí fueron los sacrificados por el preparador deportivista en el once que presentó en Asturias.
Al Deportivo le costó adaptarse al campo del Langreo, aunque pudo adelantarse a los trece minutos con un centro de Keko Gontán desde la línea de fondo que desperdició Villares sumándose al ataque desde la segunda línea. En el punto de penalti, disparó con la zurda con el cuerpo hacia atrás y se le fue muy por encima de la portería del conjunto asturiano.
El Langreo buscó la profundidad de Ketu, su hombre más vertical y peligroso, el máximo artillero de los azulgranas, que siempre iniciaron las acciones de la misma manera, con golpeo del portero o de los defensas. El Deportivo no les incomodó.
Los locales crecieron y pusieron en apuros a los herculinos cuando el cronómetro llegaba a la media hora. Un disparo cruzado de Álvaro Muñiz se fue desviado a la izquierda de Lucho García. Tras ese aviso, otro más serio, con una nueva incorporación al ataque de Ketu, que le cogió la espalda a la cobertura. Desvió con los puños, mal, el guardameta deportivista y estuvo a punto de aprovecharlo David, pero Rayco ayudó en tareas defensivas y tapó el disparo para que no prosperara el ataque.
El Deportivo estuvo obtuso en campo rival. Se desesperó Rayco y vio la amarilla tras una entrada en tres cuartos de ataque para intentar robar un balón que se le había escapado, uno de los pocos que tuvo cerca en todo el primer tiempo, periodo que acabó con una falta en la medular que colgaron los deportivistas y que acabó en las manos del arquero del Langreo en el flojo partido que estaban firmando los blanquiazules.
De ida y vuelta
El encuentro se descontroló en el segundo periodo. Allyson rompió la tregua, pero tapó Mujaid y el Deportivo se sobrepuso al primer intento de los locales tras el paso por el vestuario.
Sin continuidad en las acciones ofensivas, Deportivo y Langreo se golpearon inocuamente. A los blanquiazules les pudo salir cara la indecisión de Mujaid y de Lucho García tras un córner a favor a los 53 minutos. El guardameta acabó despejando con apuros al lateral.
En ese encuentro de ida y vuelta, Allyson condujo desde tres cuartos de ataque hasta el balcón del área y desde ahí disparó fuera.
El Deportivo le dio la réplica a los 62 minutos con un espectacular pase de espuela de Bóveda, un gesto técnico con el que logró filtrar el esférico para que Miku se colara en el área, fintara ante el defensa y rematara ajustado, pero por fuera. Alguno, incluso, la vio dentro.
Polémica
El conjunto coruñés pidió penalti poco después en un centro de Miku que tocó Alain con la mano, pero ni el colegiado ni el asistente la vieron y señalaron el córner.
De esa acción protestada por los deportivistas se pasó al gol del Langreo. Surgió en una falta en campo propio. La colgó Alain y el Deportivo defendió fatal toda la jugada, con errores en bloque e individuales. Centró Puras, peinó Adrián Llano, centró David desde línea de fondo y marcó Álvaro Muñiz.
Lucho García salvó el segundo en un abrir y cerrar de ojos y De la Barrera buscó la reacción con un triple cambio. Dejó dos referencias arriba con la entrada de Beauvue, que lo intentó con un disparo centrado desde la frontal.
El Deportivo tuvo opciones de empatar, también el Langreo de sentenciar con un disparo de Allyson que despejó con un paradón Lucho García a córner.
Los blanquiazules insistieron, pero el partido, irremediablemente, se les escapó. La lección de Segunda B parecía aprendida, pero el equipo volvió a las andadas.
Quedan cuatro partidos, doce puntos, y lo que parecía hecho, está aún muy verde. El Deportivo está obligado a sumar ante el Numancia en Riazor para contrarrestar el golpe que se llevó en el Nuevo Ganzábal. Viejos fantasmas.
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