El Deportivo disputó 31 partidos oficiales en un 2020 que fue muy amargo a pesar de que el equipo herculino solo concedió seis derrotas, todas ellas en el torneo de la regularidad, cinco en Segunda División y una en la categoría de bronce, a la que regresó casi cuarenta años después.
Fernando Vázquez, a punto de cumplir un año en el banquillo (ya estaba fichado a estas alturas aunque quedaban por resolver flecos para anunciarlo oficialmente) estuvo al frente de la plantilla, que no del banquillo, en todas esas citas. Nueve de ellas se las perdió por las tres sanciones que encadenó en la recta final del curso pasado y que arrastró en el actual, en el que volvió a ser expulsado ante el filial del Celta de Vigo, por lo que no podrá sentarse en el banquillo en el primer encuentro de Liga del nuevo año (tras el de Copa con el Alavés), frente al Zamora.
La llegada del de Castrofeito insufló ánimos nuevos hace casi 365 días a un Deportivo que estaba casi desahuciado en Segunda División. Acabó descendiendo, pero lo hizo con el descenso más caro de la historia de la categoría de plata (51 puntos) y siendo el mejor equipo, junto al Tenerife, de la segunda vuelta del campeonato pasado (empezó justo en 2020).
Esa primera etapa del año en la división de plata del fútbol nacional finalizó con el paripé ante el Fuenlabrada en agosto, ya descendido, tras la polémica y las lágrimas derramadas en julio, cuando se consumó el descenso sin poder jugar la última jornada a la misma hora que el resto de los partidos.
Números positivos
Con 36 puntos en la segunda vuelta, no le llegó para salvarse al Deportivo, que en ese periodo anotó 26 goles y recibió uno menos.
En el curso actual, los deportivistas llevan ocho partidos de Liga con solo una derrota, la más dolorosa, ante el filial del Celta, en Riazor y justo antes del parón navideño, que apartó al equipo del liderato, y superó, no sin sufrimiento, la eliminatoria de Copa con El Ejido.
Incluyendo las dos eliminatorias de Copa del Rey que tuvo 2020 (una el curso pasado ante el Unionistas y otra en el actual frente al Ejido 2012), el Deportivo culminó el año con quince victorias, diez empates y seis derrotas.
La mitad, victorias
Es decir, ganó prácticamente la mitad de los partidos que disputó (el 48 por cien) y perdió menos del 20 por cien de los partidos jugados (prácticamente uno de cada cinco).
En global, anotó 35 goles (1,13 por partido) y encajó 30 (0,97 por encuentro). Celebró al menos un gol en el 77 por cien de los choques y encajó en el 58 por cien de las citas que disputó.
El Deportivo firmó a lo largo del año una mejor serie de cinco partidos ganando y ocho encuentros sin perder, mientras que en el lado negativo estuvo siete sin ganar y encajó tres derrotas seguidas. Estas llegaron en el peor momento, ante el Málaga, el Extremadura y el Mirandés cuando la temporada pasada acababa para un Deportivo que está a punto de cerrar un año muy cruel.
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