El entradamado defensivo del RC Deportivo 20-21 es un auténtico muro en Segunda B, una categoría en la que ha comenzado con inmejorables resultados (11 puntos sobre 15 posibles conquistados) y haciendo gala de un blindaje excepcional.
No en vano, los blanquiazules solo han visto perforada su portería una vez en los cinco choques transcurridos del torneo de Liga; concretamente fue en la jornada inaugural, en la victoria en Riazor frente al Salamanca UDS (2-1).
Desde el único lunar en el expediente blanquiazul, el tanto anotado por Candelas en el minuto 66 de encuentro, el cancerbero canario del Depor Carlos Abad ha encadenado 384 minutos imbatido.
No en vano, no tuvo que recoger el balón de sus redes frente a Compostela (0-0), Unionistas (0-1), Coruxo (1-0) y Guijuelo (0-0).
Una solidez de otros tiempos que avala el buen hacer de una retaguardia en la que hombres como Mujaid, Granero o el propio Álex Bergantiños están marcando la diferencia; todo ello con el apoyo del resto del equipo, muy involucrado en labores de contención.
A lo largo de los noventa años de historia de la competición de Liga, tanto en Primera como Segunda, Segunda B o incluso Tercera, los deportivistas solo habían conseguido registrar una racha de imbatibilidad semejante en tres ocasiones; la última de ellas tuvo lugar en el ejercicio 93-94, con Paco Liaño como guardameta y con una escuadra de ensueño que estuvo a punto de conquistar el campeonato de Liga de no ser por la falta de acierto de Djukic en el último duelo frente al Valencia.
Curiosamente en la anterior experiencia blanquiazul en la categoría de bronce, en el curso 80-81, el Deportivo fue capaz de mantenerse invicto hasta la sexta jornada del torneo de la regularidad, siendo objeto tan solo de un tanto en los cinco primeros envites.
Curiosamente en un curso de transición hacia Primera División como la 89-90, en la que el RC Deportivo perdió en la promoción de ascenso ante el Tenerife sus opciones de encaramarse a la élite del fútbol español, el cuadro blanquiazul también se mostró prácticamente inexpugnable en el arranque del campeonato, con un solo gol en contra en 450 minutos de juego.
Cuestionado en la actualidad por haber practicado un fútbol poco vistoso, aunque cien por ciento pragmático, al club herculino le aguarda un tramo del calendario más que exigente; no en vano, el próximo domingo visita Riazor otro histórico como el Racing de Ferrol, mientras que en la siguiente jornada el Depor se desplazará a Pasarón para medir un pulso con el Pontevedra, colíder del Grupo I Subgrupo A de Segunda B.
Serán sin duda dos reválidas decisivas para una formación que se halla todavía en fase de crecimiento y que ha sufrido importantes lesiones precisamente en la línea mejor ensamblada del presente ejercicio, la defensa.
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