En su día, el instructor ya había trasladado al Comité de Competición que le diera por perdido el partido al Fuenlabrada a expensas de otras medidas que pudieran adoptarse cuando lo acabara, pero esa solicitud fue rechazada.
La semana pasada, profundizó en su investigación al acceder a una de las pruebas que pedía el Deportivo, la de que el sindicato AFE confirmara, manteniendo el anonimato, si había recibido alguna denuncia de jugadores del Fuenlabrada sobre el incumplimiento del protocolo sanitario.
Además, también escuchó al médico del equipo, su presidente, el jugador Hugo Fraile y el agente de este, Rodrigo Fernández Lovelle, a los que ya había citado en dos ocasiones anteriores sin haber tenido la oportunidad de escucharles.
Igualmente, accedió a interrogar a otros miembros del Fuenlabrada propuestos por el propio club, caso de los capitanes y de varios cargos de la entidad. Igualmente, tuvo a bien, a propuesta del equipo madrileño de tomar declaración a algunos integrantes de LaLiga, como su presidente, Javier Tebas, que, sin embargo, le dio plantón.
Con todos esos datos que ha recabado, debe hacer un informe sobre el Fuenlabrada y su polémico viaje a A Coruña con casos de coronavirus en la plantilla.
Lo que pida en su resolución lo tendrá que validar el Comité de Competición de la Federación Española, que cuenta con tres miembros: su presidenta, que se abstuvo en la votación del pasado lunes en la que se reprogramó el partido entre el Deportivo y el Fuenlabrada, un representante de LaLiga y otro establecido por la Asociación de Clubes y la Federación.
El asunto podría acabar en el Tribunal Administrativo del Deporte, que también tiene pendiente resolver sobre la alineación indebida del Extremadura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario