Esa pelea en los despachos ayudó a que la Asamblea de Accionistas fuera relativamente relajada, aunque con voces discordantes como la del exasesor jurídico del club, Germán Rodríguez Conchado, y Miguel Otero, que llegó a esa cita como consejero de la entidad y fue despedido a petición del presidente del club, Fernando Vidal, que propuso que se votara su cese.
Otero presentó a los accionistas un informe de 600 páginas que posteriormente entregó al Consejo de Administración, al que le solicitó que lo ponga a disposición de los accionistas. En él, las irregularidades que, según manifestó, ha encontrado al revisar los diez últimos ejercicios contables.
El que fuera presidente de las peñas del Deportivo y consejero del CD Lugo fue despedido con el 82 por cien de los votos de los accionistas presentes y representados en una Junta cuyo quórum superó el 42 por cien del capital social. Una cifra sensiblemente inferior a la que respaldó el resto de puntos del orden del día, que contaron con un 96 por cien de aprobación, es decir, unas 10.000 acciones más que las que decidieron sacar a Otero del club.
El exconsejero anunció que pondrá a disposición de la fiscalía su informe, por lo que en el futuro el Deportivo podría tener que pasar por el juzgado si el ministerio fiscal ve algún delito en las cuentas.
A la justicia también acudirá, de acuerdo a lo que manifestó en la Junta, Rodríguez Conchado, que encabeza la asociación de pequeños y medianos accionistas del Deportivo. En su caso, ya había presentado una denuncia por la ampliación de capital que fue aprobada por Tino Fernández como presidente.
En cualquier caso, desde el martes, la entidad financiera Abanca conjuga dos roles en el Deportivo, el de principal accionista y máximo acreedor. A expensas de la futura ampliación de capital que comienza esta semana por importe de 35 millones de euros para todos los aficionados, el banco que preside Escotet controla cerca del 78 por cien de los títulos. Si el resto de accionistas suscribieran esos 35 millones de euros, la participación de la entidad bancaria bajaría hasta el 44 por cien, aunque seguiría controlando el club.
Compensación
Por otra parte, los abonados del Deportivo tienen de plazo hasta este viernes para reclamar una compensación al club por los partidos que no han podido presenciar esta temporada en el Estadio Abanca-Riazor al haberse disputado a puerta cerrada.
En el caso que no seleccionen una de las propuestas que les ha hecho el Deportivo, el club entenderá que renuncian a una compensación económica. Una de las alternativas de las que disponen es usar el dinero para comprar acciones en la ampliación.
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