29 DE JULIO DE 2020, 1:11
La entidad financiera Abanca sigue siendo el máximo acreedor del club y desde ayer es, además, el principal accionista después de que los socios de la entidad deportivista dieran su respaldo a la propuesta del Consejo de Administración de que el banco capitalice 35 millones de euros de deuda. La mayor oposición la encontró dentro del órgano de dirección ya que uno de sus miembros, Miguel Otero, que fue cesado en la propia Junta, y del exasesor jurídico del club Germán Rodríguez Conchado.
Otero intervino desde el atril en la formulación de cuestiones previa a la constitución de la Asamblea de Accionistas. Minutos después, el presidente del club, Fernando Vidal, propuso incluir en el orden del día su cese como consejero, ya que hasta ahora no podía destituirle puesto que eso solo lo pueden hacer los socios en una Asamblea. El 82,21 por cien de los socios respaldó la salida del expresidente de la Federación de Peñas. Su puesto queda vacante en el Consejo. Al menos, por ahora.
El, a la postre, exconsejero, cifró la obligación de pago del club en 20 millones de euros menos de lo que reflejan las cuentas (unos 91 millones), y recomendó a los accionistas votar en contra de las tres ampliaciones de capital que figuraban en el orden del día de la Asamblea por un total de 70 millones de euros.
De ellos, 35 corresponden a Abanca, en dos capitalizaciones de deuda, una por 30 millones y otra de 5, lo que permitirá al Deportivo reducir el crédito pendiente con el banco, que se aproximaba a los sesenta millones.
La tercera ampliación de capital estará abierta a los socios del Deportivo y, posteriormente, al resto de aficionados, entre el 1 de agosto y el 4 de octubre, por 35 millones de euros y, de ella, dependerá el porcentaje final del capital social que controlará Abanca, entre un 44 y un 78 por cien. El consejero José Luis Queijeiro aseguró que la “prioridad esencial” del club con estas ampliaciones es “reducir la estructura de la deuda del club mediante la capitalización”.
La Junta, que había sido convocada inicialmente para mediados de marzo y tuvo que ser suspendida por el estado de alarma, se celebró con medidas sanitarias (distancia entre los abonados y uso obligatorio de mascarilla) y en ella estuvieron presentes 184 accionistas y otros 2.861 representados.
Entre todos alcanzaron el 42,81 por cien de quórum y, por tanto, se superó el 25 por cien necesario para que pudiera ser validada y más del 96 por cien respaldaron las ampliaciones de capital.
El presidente, Fernando Vidal, introdujo la Junta, que no dudó en calificar de “muy importante en estos momentos” y para el “futuro del club”.
El dirigente reconoció que el club tiene una “situación a nivel deportivo” que a “todos” les preocupa porque ha descendido a Segunda B, a expensas de lo que suceda fuera de los terrenos de juego, con los recursos que ha presentado por su partido suspendido con el Fuenlabrada.
“Entre todos, juntos, podemos sacar este partido adelante”, indicó el presidente antes de que el Otero expusiera que las cuentas del Deportivo tienen, según él, irregularidades, incluso “con la existencia en una libreta paralela de anotaciones por 4.247.000 euros no reflejados en la tesorería”.
También habló de cifras el exasesor jurídico del club en la etapa de Augusto César Lendoiro como presidente, Germán Rodríguez Conchado, quien fue contundente en el inicio de su exposición en el turno de ruegos y preguntas: “Nos acaban de robar el club”.
Otro accionista preguntó si el Deportivo contaba con el visto bueno del Consejo Superior de Deportes para la entrada de un accionista con más del 25 % del capital social y el secretario del Consejo, Toño Armenteros, respondió afirmativamente.
El presidente de LaLiga, Javier Tebas, fue el que más palos se llevó por parte de los numerosos accionistas que subieron al estrado para efectuar preguntas.
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