CARLOS A. FERNÁNDEZ A CORUÑA21/06/20
Se vio derrotado, también ganador y el Depor acabó empatando un partido en el que, como el de Oviedo el pasado miércoles, tuvo que reponerse de dos goles de desventaja. Un punto más, una jornada menos y mucho aún por sumar en las próximas jornadas, las más cercanas, sin Peru Nolaskoain, que se lesionó el tobillo.
Fernando Vázquez cambió de sistema y revolucionó el once con media docena de novedades respecto al once que presentó en Oviedo.
Tras un minuto de silencio que se quedó corto, el inicio fue una pesadilla. El Deportivo ejecutó el saque desde el círculo central, movieron el balón los centrales, lo rifaron ante la presión del Rayo, hubo intercambio de posesiones en el centro del campo, Mario Suárez abrió el juego desde la medular a la banda izquierda, allí apareció Álvaro García, defendió como un flan Bóveda, el centro superó a Mujaid y Juan Villar se adelantó en la marca a Peru para batir a Dani Giménez, que tocó el esférico de manera insuficiente. Todo eso en 29 segundos.
Sin la afición de Riazor para remolcar al equipo, ante un rival con calidad, inteligente y firme. Para este Depor era como subir las rampas del Ézaro, las mismas que Vázquez quiere superar para cumplir la promesa que hizo si logra una permanencia, que sigue comprometida.
Quedaba un mundo, pero el Deportivo estaba noqueado. El Rayo controló totalmente el partido, dio una lección de interpretación del ataque posicional en el césped de Riazor, sin presión del rival en el inicio de jugada, que es donde se le puede pillar al equipo de Paco Jémez. Al cuarto de hora de encuentro, los madrileños rozaron el segundo en otra transición. Trejo se plantó en el área, Mujaid frustró su primer intento y el segundo obligó a Dani Giménez a sacar los puños para desviar el cuero.
Si la cuesta arriba no era suficiente, Mollejo la empinó aun más al querer dejar de pecho para Dani Giménez un centro de Luna desde la banda izquierda. No había presión, así se lo hizo saber Salva Ruiz con las manos, pero el joven futbolista cedido por el Atlético no lo vio. Total, que la cesión al portero se le quedó corta y Juan Villar, atento a la pifia, se la cobró ante el guardameta. Coincidió con el aplauso infinito de la afición en Riazor. Surrealista.
Era el ecuador de la primera mitad y Vázquez mandó calentar a Beauvue (no jugó), Christian Santos y Hugo Vallejo, pero no se atrevió a hacer cambios antes del descanso a pesar de que el Rayo siguió llevando la batuta a su antojo. Retrasó, eso sí, a Bergantiños y mejoró la contención, pero solo un ataque comprometió a los madrileños. Keko Gontán no estuvo afortunado en su vaselina sobre Dimitrievski y su remate se convirtió en una asistencia a Mollejo, que ni siquiera fue capaz de disparar entre los tres palos. Por suerte, no había aficionados en Pabellón.
Reacción
Como en Oviedo el pasado miércoles, el Deportivo reaccionó tras pasar por el vestuario. Alguna pócima debe de haber en la caseta porque nada tuvo que ver con el equipo del primer periodo. Como en el Tartiere, Vázquez cambió de sistema, pero esta vez para recuperar el de cinco defensas, aunque con matices, prácticamente un 3-1-4-2 con Christian Santos, Çolak y Hugo Vallejo por Keko, Bergantiños y Salva.
A los 50 minutos, Santos cabeceó con éxito un centro de Koné para reanimar al Deportivo y solo dos minutos después, Vallejo sirvió un pase atrás desde la línea de fondo y Mollejo se desquitó del error del primer tiempo. Hasta pidió perdón a un Riazor vacío.
Paco Jémez reconstruyó al Rayo con la entrada de Qasmi por Villar y de Santi Comesaña por Trejo. El poste repelió un lanzamiento de Tito y, en el rechazo, Álvaro García disparó al aire con todo a su favor para marcar. También perdonó el Depor con Aketxe.
A los 81 minutos empezó la polémica, con un penalti que pitó Vicandi Garrido por mano de Andrés Martín en un cabezazo de Christian. Lo tuvo que revisar dos veces en el VAR, pero mantuvo la decisión. Aketxe tiró, tocó el portero y golpeó el larguero, pero Dimitrievski se había adelantado y hubo que repetir. El vasco mandó a la escuadra su segundo intento.
Pero el partido no había acabado. Se lesionó Peru y Vicandi castigó una faltita de Mujaid en el área para que el Rayo empatara.
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