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domingo, 5 de mayo de 2019

EL DEPOR REFUERZA SU CANDIDATURA

Cuando nadie lo esperaba, Pedro Sánchez presentó una moción de censura en La Romareda, acabó con el dominio del Zaragoza y el Deportivo se llevó la victoria. Dominaba el equipo maño, que había sido capaz de orquestar ocasiones claras para ponerse por delante en el marcador, el Deportivo ni siquiera había probado a Cristian Álvarez, y Martí vio que era el momento de retirar a Carlos Fernández para poner en escena a Pedro Sánchez. Volvía el alicantino al campo en el que había jugado dos temporadas como local, escuchó silbidos como en la Copa del Rey, y en cuestión de minutos se asoció con Edu Expósito para reinar en Aragón. Pidió perdón, antes de dedicar el tanto, el segundo que anota con la blanquiazul.  Respeto máximo de un profesional que después se llevó los elogios de su entrenador y que ha acostado al equipo en puestos de promoción de ascenso.
El Deportivo ganó con la máxima efectividad. Un tiro a puerta, un gol. Y, además, cuando peor lo estaba pasando. Segunda victoria consecutiva, las dos a domicilio. Ahora, toca Riazor y el Cádiz, un rival directo para confirmar la reacción de un equipo que tira de banquillo. 
El bajo rendimiento de Diego Caballo en los últimos encuentros le abrió la puerta del once a Saúl García. El cántabro fue utilizado por primera vez por Martí después de haberse quedado fuera de sus anteriores convocatorias (había entrado en la lista inicial de Soria pero vio el partido desde la grada de Los Pajaritos). En el centro de la zaga, Pablo Marí, tras haber cumplido sanción, regresó a la alineación para suplir la baja de Somma, que le había sustituido en el anterior encuentro de la temporada.
Esta vez el Deportivo no firmó el inicio fulgurante de Pamplona o Soria, fue un equipo más comedido en el primer cuarto de hora. Marí apenas tardó cinco minutos en ver la amarilla y el Zaragoza tuvo más control hasta el ecuador de la primera parte, hasta el punto de embotellar por momentos a los deportivistas, que, eso sí, no pasaron apuros. Dani Giménez solo tuvo que emplearse a los siete minutos para sacar un disparo desde la frontal de Eguaras.
Los blanquiazules crecieron con el paso de los minutos. El equipo herculino recuperó el balón y, con él, manejó el partido a su antojo. El Zaragoza desapareció y surgió la polémica. Primero, por una mano de Verdasca al despejar un disparo de Borja Valle. Nada. Segundos después, otra vez el central del Zaragoza interceptó un centro de Saúl con la rodilla y la mano. Quique pidió la pena máxima, pero el árbitro no la concedió. Difícil de ver.
En cualquier caso, el Deportivo fue a más y el Zaragoza lo aceptó. Una triangulación entre Cartabia y Quique desarboló a la zaga maña a los 28 minutos, pero el delantero, con su pierna mala, la derecha, optó por buscar el remate aéreo de Carlos Fernández en lugar de dársela por abajo. El sevillano se quedó sin opción.
A pase del andaluz sí tuvo posibilidad de ver puerta Borja Valle antes del descanso, pero el berciano no estuvo acertado en el disparo. Probó con la derecha y el pepinazo se le marchó por encima de la portería de Cristian Álvarez, que no llegó a emplearse en todo el primer tiempo. El Deportivo lo cerró sin disparos entre los tres palos, con tres por fuera y sin saques de esquina a favor. Y eso que Martí les había pedido un día antes que lo primero era tirar. 
Vicandi Garrido volvió a ser protagonista en la reanudación al dejar sin castigar con la segunda amarilla una falta de Nieto sobre Fede Cartabia.
El Deportivo no estaba fino en campo contrario... y tampoco en el propio. Asumió riesgos innecesarios, no estuvo fino en el pase y un error de Saúl estuvo a punto de cobrárselo Pep Biel. Ahí estaba Dani Giménez para estirarse de nuevo y sacar el balón a córner. 
El equipo y el partido fueron planos, le faltó esa verticalidad que quiere darle Martí. Ni siquiera los robos en la salida del rival permitieron a los blanquiazules disparar a portería. El Zaragoza decidió esperarle y los deportivistas no encontraban el camino ni la forma de hacerle daño.
El técnico intentó cambiar el guion con la entrada de Matías Nahuel por Borja Valle a falta de veinte minutos. 
El Deportivo decreció. No fue capaz de elaborar el juego, de combinar y el Zaragoza se vino arriba. Los maños pudieron ponerse por delante a falta de catorce minutos con una triple ocasión. Primero fue Pep Biel con un disparo desde fuera del área que despejó Dani Giménez, también desvió el posterior lanzamiento de Gual y, por último, Álvaro Vázquez, aquel delantero que estuvo a punto de fichar por el Deportivo y prefirió el Espanyol, buscó el pase en vez del gol y Marí alejó el peligro. Martí dio entrada a Pedro Sánchez para que el Deportivo recuperara el pulso. El interior buscó alianzas y las encontró pronto. Tres minutos le llevó pactar con Edu Expósito. Recibió en el lateral derecho del área y con la diestra buscó el palo largo para poner en ventaja a los blanquiazules. 
Los deportivistas cerraron el partido con la entrada de Vicente. Aguantaron los cinco minutos del descuento, no sin sufrimiento (Gual la tuvo después de un mal despeje de Nahuel) para encadenar su segunda victoria, acostarse en promoción de ascenso y reengancharse a la El Ideal gallego

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