En un derbi de urgencias, el Deportivo desperdició la posibilidad de volver a las posiciones de promoción de ascenso y se ve abocado, previsiblemente, a enlazar tres victorias para luchar por subir a Primera División y no repetir la siguiente campaña en Segunda, categoría a la que se aferran los lucenses, que cogen oxígeno aunque siguen en peligro.
Cayó, eso sí, con polémica, porque Carlos Fernández rescató el empate en la recta final del choque y el árbitro lo anuló por un fuera de juego inexistente. Los blanquiazules necesitan ahora lo que no han sido capaces de lograr en 39 jornadas: nueve puntos de nueve posibles.
José Luis Martí repitió alineación por primera vez desde que llegó al Deportivo, pero no fue garantía de éxito. El míster pudo contar con Bergantiños, que formó en el centro del campo junto a Edu Expósito y mantuvo a Matías Nahuel en la banda izquierda. En el Lugo, Eloy Jiménez, que había empleado defensa de cinco en Gijón, regresó al 4-4-2 con Campabadal en el lateral derecho, el central José Carlos en el izquierdo e Iriome González en el interior diestro. El coruñés Carlos Pita se quedó, de inicio, en el banquillo.
El derbi empezó con las revoluciones altas, sin tiempo para contemplaciones. No hubo minutos de tanteo para los jugadores. Tampoco para el colegiado. En cinco minutos, Sagués Oscoz tuvo que dirimir dos acciones polémicas, una en cada área y, además, consecutivas. En la del Deportivo cayó Lazo entre Bergantiños y Edu Expósito; en la del Lugo, Vieira desvió con la mano un disparo de Carlos Fernández a pase de Quique González. El árbitro dejó sin castigar ambas acciones.
El ida y vuelta continuó unos minutos y a balón parado Fede Cartabia intimidó a Juan Carlos con un disparo de falta desde la frontal del área que se fue alto por poco.
También de estrategia respondió el Lugo con un cabezazo de Iriome en un saque de esquina en el ecuador de la primera parte.
Para entonces, los dos equipos habían bajado la velocidad inicial del partido para apostar por una mayor elaboración, especialmente por parte de los locales. El Deportivo, como había anunciado Martí, se adaptó a las circunstancias con repliegue y transiciones rápidas de defensa a ataque.
Los locales perdieron por lesión a Josete a los 25 minutos y Eloy Jiménez tuvo que reestructurar el equipo. Pita reemplazó al lesionado en el centro de la zaga y José Carlos continuó como lateral.
El Deportivo no estuvo especialmente acertado en la combinación hasta que el primer periodo entró en la recta final. Los coruñeses se fueron al descanso como dominadores del balón y los lucenses, con los once jugadores en los 40 metros más próximos a la portería de Juan Carlos. Aun así, Cristian Herrera rozó el gol en un disparo con la zurda que obligó a Dani Giménez a despejar con el pie. Con igualdad máxima en el reparto de la posesión, coruñeses y lucenses enfilaron el túnel de vestuarios.
El Deportivo no estuvo especialmente acertado en la combinación hasta que el primer periodo entró en la recta final. Los coruñeses se fueron al descanso como dominadores del balón y los lucenses, con los once jugadores en los 40 metros más próximos a la portería de Juan Carlos. Aun así, Cristian Herrera rozó el gol en un disparo con la zurda que obligó a Dani Giménez a despejar con el pie. Con igualdad máxima en el reparto de la posesión, coruñeses y lucenses enfilaron el túnel de vestuarios.
Los blanquiazules retomaron el partido con el mismo guion y tuvieron la opción de adelantarse con un derechazo de Edu Expósito que devolvió el larguero de la portería de Juan Carlos.
El Lugo le dio la réplica con un lanzamiento lejano de Lazo que sacó Dani Giménez con los puños a córner. El extremo cedido por el Getafe, el más peligroso del conjunto rojiblanco, repitió poco después en un contraataque que surgió de una pérdida de Carlos Fernández y esta vez el guardameta deportivista, mal colocado, no pudo interceptar el balón.
El sevillano intentó desquitarse, pero en lugar de disparar con la derecha buscó la zurda y el balón se marchó por encima de la portería lucense.
Los locales cerraron filas en campo propio y el Deportivo tuvo que tirar de paciencia para encontrar alguna fisura. Martí dio entrada a Pedro Sánchez por Matías Nahuel y a Borja Valle por Eneko Bóveda. El equipo perdonó el empate a falta de un cuarto de hora en una doble ocasión de Quique González y Valle. El primero falló el mano a mano con el máximo goleador blanquiazul; el segundo la envió por encima de la meta del Lugo,
Los lucenses empezaron a perder tiempo y Martí fue a por todas con la entrada de Christian por Bergantiños. El Deportivo marcó, pero el árbitro lo anuló por un fuera de juego inexistente en una acción en la que, además, Duarte pudo ser objeto de penalti.
El Lugo se defendió como pudo y el Deportivo fue incapaz de meterle mano. Como en el partido de la primera vuelta, los rojiblancos tiraron del otro fútbol, algo lícito, para amarrar un triunfo que les da la vida. A los deportivistas, el traspié les obliga, prácticamente, a no fallar ante el Mallorca, Elche y Córdoba
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