El Depor ‘llegó tarde’ a la victoria y se tuvo que conformar con un empate que el Lugo saboreó como un triunfo ya que acabó el partido con nueve futbolistas y utilizando todas las armas a su favor para conseguir que el marcador no variase en Riazor desde el inicio.
El entrenador deportivista dejó en el banquillo a Quique, uno de los máximos realizadores de la categoría, apostando por una dupla formada por Carlos Fernández, que regresaba tras lesión, y Borja Valle, que de esta manera adquiría continuidad en el once.
El Depor asumió su papel de local y favorito en el inicio del encuentro ante un Lugo muy bien posicionado, bien replegado y, sobre todo, poco contemplativo a la hora de realizar faltas. De esa manera, los de Monteagudo trabaron el choque al equipo herculino, no dejando trenzar jugadas a los blanquiazules.
Las llegadas al área del equipo lucense eran poco claras, a balonazos, aun así, el cuadro rojiblanco jugaba prácticamente encerrado en su área, sufriendo, pero el Depor no era capaz de mostrar claridad y lucidez en la superioridad.
Sin embargo fue el equipo visitante el que disparó a puerta por primera vez en todo el encuentro. Lo hizo en el minuto 15 de partido en una jugada de contraataque, con rebote incluido, que atajó sin problemas Dani Giménez. Con esta acción el Lugo se quitó la presión de encima y pasó de dominado a dominador en la siguiente fase de partido, con una buena contra que Marí mandó a córner.
Consiguió equilibrar la balanza de disparos Edu Expósito, en el minuto 21, en una acción elaborada del ataque blanquiazul pero el meta, Juan Carlos, estuvo atento a la acción.
Corría la mitad de la primera parte y el equipo de Natxo se adueñaba de nuevo del choque. Sin embargo duró poco esa ‘propiedad’, porque de nuevo el Lugo trabó el envite e impidió a los coruñeses jugar su mejor fútbol. De hecho, fueron minutos soporíferos hasta que, en el 34, Carles Gil mandaba la pelota al palo en la jugada más preclara del cuadro local.
Tuvo otra el Depor, en el 43, después de un control perfecto de Carles Gil en el área lucense pero Juan Carlos parecía tener un imán para que todos los balones se fuesen a sus guantes. Con el conjunto de Natxo intentando romper el marcador, aunque con poco ritmo, y el Lugo defendiendo con sus armas, se llegó al descanso con empate sin goles.
Segunda parte
Tan pronto como se reanudó el choque el Depor pudo poner tierra de por medio pero un disparo de Edu Expósito fue relpelido por un excelente Juan Carlos.
Tan pronto como se reanudó el choque el Depor pudo poner tierra de por medio pero un disparo de Edu Expósito fue relpelido por un excelente Juan Carlos.
No cambió demasiado el planteamiento general del partido. El Lugo se defendía como mejor entendía y el Depor llegaba de vez en cuando pero sin continuidad y, sobre todo, con poca intensidad.
Aparecía de vez en cuando Carles Gil, como en el 52, cuando disparaba a puerta y la pelota se marchaba a poca distancia del palo. Es evidente que si alguien merecía ir ganando, era el Depor, pero los argumentos eran, por el momento, pocos, a punto de llegar a la hora de encuentro. Por momentos parecía que algunos futbolistas venía de una ‘comilona’ de Reyes y tenían la digestión pesada, mientras que al Lugo le iba genial de esta manera.
Ni en las jugadas a balón parado, en las que siempre se saca algo positivo, estaba ágil el equipo herculino, esperando demasiado para rematar, buscando lo imposible en el área, sobre todo por la lentitud... Hacía falta algo más para romper el partido a favor de los coruñeses.
Naxto miró al banquillo y cambió al ‘cerebro’ del equipo. Fede Cartabia entro en el terreno de juego por Carles Gil. Justo después un pequeño fallo de Dani Giménez estuvo a punto de costar caro, pero la pelota acabó en córner y en un trallazo que detuvo el meta coruñés con toda sobriedad.
Mientras tanto, el Lugo quitaba un delantero para reforzar el medio del campo con el coruñés Carlos Pita, recibido en Riazor con una ovación. Los papeles de ambos estaban sobre la mesa. Al equipo lucense le valía el empate y pondría una muralla enfrente que ni la romana. El Depor necesitaba un gol para deshacer la igualada. A falta de 20 minutos el Lugo se quedaba con diez por la expulsión de José Carlos, lo que daba algo de esperanza a los blanquiazules.
Tuvo varias ocasiones mientras el Lugo se defendía con uñas y dientes. Con Quique y toda la artillería en el campo lo intentó el Depor en los minutos finales. En el 88 cantaba el gol Riazor tras un cabezazo de Carlos Fernández a centro de Caballo pero Juan Carlos hacía un paradón de antología. El resto fue ‘lo esperado’. El Lugo fue matando el partido con sus armas, el colegiado descontó menos de lo que debiera y el Depor volvió a perder dos puntos en Riazor. VIA IG.
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