El Deportivo se topó en el cierre de la pretemporada con el partido más parecido a lo que se encontrará en Segunda División: muy trabado y resuelto en los detalles. Los blanquiazules, invictos en los tests de verano, se adelantaron al Oviedo con una acción de estrategia, pero no pudieron conservar la ventaja. El trofeo Vila de Foz se decidió en los penaltis. Carles Gil y Cartabia fallaron.
El técnico deportivista anunció esta semana que el partido iba a servir para “perfilar un poco el encuentro con el Albacete”, si bien también matizó que tampoco iba a ser “definitivo”. Pues bien, de inicio rotó en la portería con la presencia de Ortolá en detrimento de Dani Giménez, repitieron en la zaga respecto a Lugo David Simón en el lateral derecho y el portugués Domingos Duarte, Mosquera fue el único que se mantuvo en el once de los centrocampistas que jugaron en el Anxo Carro y arriba siguieron Pedro Sánchez y Quique González. Las novedades, además de la portería, fueron Pablo Marí (por Bóveda) y Dubarbier (por Diego Caballo) en la zaga, Álex y Krohn-Dehli en el medio (por el lesionado Borges y Expósito) y Carles Gil (por Fede Cartabia) en la punta.
Desde los primeros segundos, el partido se vio interrumpido por las faltas. El primero en sufrirlo fue el Oviedo, que perdió a Johannesson por lesión. Los ovetenses no tuvieron suerte en esa acción ni en un derechazo de Saúl Berjón al poste a los ocho minutos. El Deportivo respondió con un contragolpe en el que combinaron Dubarbier y Quique, que remató ajustado al palo corto y obligó a Champagne a desviar a córner. Segundos después, en otro saque de esquina, el laboratorio de Abegondo generó otra acción peligrosa a favor de los blanquiazules. Tocó en corto Pedro para Krohn-Dehli, trenzaron una pared y el atacante deportivista volvió a probar al portero del Oviedo.
Los asturianos incomodaron al Deportivo. Hubo sucesión de faltas en los dos bandos y el Oviedo amenazó más al Depor, aunque sin consecuencias, como en un disparo de Tejera que se fue alto.
Superada la media hora de partido, a Toché le anularon un gol por claro fuera de juego y antes del descanso, el colegiado castigó con penalti una mano de Álex Bergantiños. El exdelantero deportivista ejecutó demasiado centrado y Ortolá desvió con la pierna para mantener el 0-0 al descanso.
El Deportivo, que se había entrenado por la mañana en Abegondo, estuvo espeso, sin profundidad. El Oviedo encontró fisuras por la banda derecha del Depor a los cuatro minutos de la reanudación y Mossa remató fuera con una rosca sutil.
Los coruñeses sacaron petróleo de la estrategia. Ensayaron primero con una falta sobre Quique González que Pablo Marí remató alto. A la segunda, funcionó esa arma que en Segunda desequilibra muchos partidos. Centró Pedro, cabeceó Marí y, de central a central, el balón le cayó a Duarte, que empujó el cuero al fondo de la red.
El Oviedo también lo intentó con una falta de Berjón que se envenenó, pero no sorprendió a Ortolá, y los asturianos empataron a los 74 minutos tras una pérdida de Pablo Marí en el centro del campo que propició un ataque largo de los carbayones. De banda a banda por la línea de tres cuartos de ataque, el esférico llegó a los pies de Carlos Martínez, que centró al segundo palo, donde Ibra se elevó más que Duarte para igualar el partido con la cabeza.
El Deportivo disputó en superioridad los 12 últimos minutos. Carles Gil recibió una dura entrada por parte de Forlín y Edu Cortina, y este, que acababa de incorporarse al partido, vio la roja directa. El Oviedo supo aguantar en inferioridad y forzó la tanda de penaltis, en la que fue más efectivo.VIA IG.
El técnico deportivista anunció esta semana que el partido iba a servir para “perfilar un poco el encuentro con el Albacete”, si bien también matizó que tampoco iba a ser “definitivo”. Pues bien, de inicio rotó en la portería con la presencia de Ortolá en detrimento de Dani Giménez, repitieron en la zaga respecto a Lugo David Simón en el lateral derecho y el portugués Domingos Duarte, Mosquera fue el único que se mantuvo en el once de los centrocampistas que jugaron en el Anxo Carro y arriba siguieron Pedro Sánchez y Quique González. Las novedades, además de la portería, fueron Pablo Marí (por Bóveda) y Dubarbier (por Diego Caballo) en la zaga, Álex y Krohn-Dehli en el medio (por el lesionado Borges y Expósito) y Carles Gil (por Fede Cartabia) en la punta.
Desde los primeros segundos, el partido se vio interrumpido por las faltas. El primero en sufrirlo fue el Oviedo, que perdió a Johannesson por lesión. Los ovetenses no tuvieron suerte en esa acción ni en un derechazo de Saúl Berjón al poste a los ocho minutos. El Deportivo respondió con un contragolpe en el que combinaron Dubarbier y Quique, que remató ajustado al palo corto y obligó a Champagne a desviar a córner. Segundos después, en otro saque de esquina, el laboratorio de Abegondo generó otra acción peligrosa a favor de los blanquiazules. Tocó en corto Pedro para Krohn-Dehli, trenzaron una pared y el atacante deportivista volvió a probar al portero del Oviedo.
Los asturianos incomodaron al Deportivo. Hubo sucesión de faltas en los dos bandos y el Oviedo amenazó más al Depor, aunque sin consecuencias, como en un disparo de Tejera que se fue alto.
Superada la media hora de partido, a Toché le anularon un gol por claro fuera de juego y antes del descanso, el colegiado castigó con penalti una mano de Álex Bergantiños. El exdelantero deportivista ejecutó demasiado centrado y Ortolá desvió con la pierna para mantener el 0-0 al descanso.
El Deportivo, que se había entrenado por la mañana en Abegondo, estuvo espeso, sin profundidad. El Oviedo encontró fisuras por la banda derecha del Depor a los cuatro minutos de la reanudación y Mossa remató fuera con una rosca sutil.
Los coruñeses sacaron petróleo de la estrategia. Ensayaron primero con una falta sobre Quique González que Pablo Marí remató alto. A la segunda, funcionó esa arma que en Segunda desequilibra muchos partidos. Centró Pedro, cabeceó Marí y, de central a central, el balón le cayó a Duarte, que empujó el cuero al fondo de la red.
El Oviedo también lo intentó con una falta de Berjón que se envenenó, pero no sorprendió a Ortolá, y los asturianos empataron a los 74 minutos tras una pérdida de Pablo Marí en el centro del campo que propició un ataque largo de los carbayones. De banda a banda por la línea de tres cuartos de ataque, el esférico llegó a los pies de Carlos Martínez, que centró al segundo palo, donde Ibra se elevó más que Duarte para igualar el partido con la cabeza.
El Deportivo disputó en superioridad los 12 últimos minutos. Carles Gil recibió una dura entrada por parte de Forlín y Edu Cortina, y este, que acababa de incorporarse al partido, vio la roja directa. El Oviedo supo aguantar en inferioridad y forzó la tanda de penaltis, en la que fue más efectivo.VIA IG.
No hay comentarios:
Publicar un comentario