El Depor tenía que ganar y lo consiguió con todo merecimiento. De hecho, se hizo acreedor durante todo el encuentro a un triunfo mucho más holgado, pero no tuvo la fortuna necesaria en ataque, gozando de dos ocasiones muy claras en la segunda parte con un disparo de Adrián que despejó Cuéllar y uno de Carles Gil que impactó con el larguero.
Pero al fin y a la postre el Depor ganó, aunque es cierto que en cada ocasión de ataque del Leganés el respetable suspiraba. Primero de ansiedad, cuando la pelota se acercaba al marco de Rubén, y luego de alivio, cuando la jugada acababa sin las habituales y negativas consecuencias en la meta coruñesa.
Apuesta por la calidad
El entrenador deportivista apostó por la calidad en el medio del campo y le salió bien. Çolak cuajó su mejor partido en muchísimo tiempo y Adrián desequilibró a la zaga rival en no pocas ocasiones.
El Depor comenzó manoseando y sobando la pelota. Con un dominio absoluto, mientras el Leganés esperaba una contra agazapado desde la línea de mediocampo.
El único argumento de un rival que llegaba precedido de una aureola de fútbol directo y agresivo era aguantar el constante rondo deportivista. Poco a poco, superados los primeros minutos, los de Cristóbal comenzaban a acosar la portería de Cuéllar. Y el Leganés, a los suyo. En plan rácano, a esperar una salida en contragolpe que, afortunadamente, no llegaba.
No lo hacía porque el equipo coruñés acababa sus acciones después de dar pases y pases controlando el partido. Coqueteaba con el área de Cuéllar pero no conseguía disparar a puerta con claridad.
El partido se rompió de manera definitiva a los 23 minutos. Çolak disparaba un trallazo que era repelido por el meta pepinero. El rechace necesitaba un despeje de su central para completar la acción defensiva, pero un error de la zaga puso la pelota en el área de influencia de Adrián. El de Teverga se lanzó como un salmón remontando un río, metió la cabeza en semiplancha y mandó la pelota al fondo de las mallas mientras Riazor clamaba de alegría al ver a su equipo adelantarse en el marcador.
A la media hora, de nuevo el astur, enviaba un zapatazo desde la frontal que precisaba del mejor ‘Pichu’ Cuéllar para despejar la pelota. Cada balón que tocaba el blanquiazul era un peligro más que notable.
Mientras, en la punta de lanza, Lucas se deshacía en esfuerzo, en carreras, en trabajo, lo que posilitaba una mayor libertad de movimientos a los jugadores que se ubicaban por detrás. Carles Gil y Çolak hacían paredes, abrían el juego a los costados o entraban por el medio del campo. El Depor jugaba muy bien a la pelota, eso sí, sin premio.
El choque llegó al final de la primera parte con un córner favorable al Leganés que no tuvo consecuencias para la portería del cuadro gallego.
En la reanudación el Leganés pareció salir más fresco y decidido a crear peligro pero fue solo un espejismo. Los herculinos tomaron de nuevo el mando después de una ocasión visitante anulada por fuera de juego.
Lucas Pérez en el 49, Çolak en el 52, siempre atacando, con acciones que se desarrollaban en el campo contrario pero chutando mal... O no chutando, uno de los pocos ‘peros’ que se le puede poner al equipo en el día de ayer.
Carles Gil mereció el gol a los 67 minutos. Pegó un disparo potente a la par que colocado, con parábola incluida. Lo hizo desde el pico del área, bien orientado para su talentosa zurda. El balón impactó en el larguero en lo que debería haber sido el 2-0 de la tranquilidad. Cinco minutos después fue Borges el que hizo que Cuéllar se estirase, y pocos segundos después, de nuevo, Gil. Riazor temía una contra letal de los madrileños y para eso el Depor tenía que andar muy fino. Y lo hizo hasta el final, incluso desde el banquillo, con cambios destinados a perder tiempo.
En el 80 fue Adrián el que tuvo la ocasión de certificar la tarde y sentenciar con un disparo desde media distancia tras un generoso pase de Lucas Pérez. Fue la última ocasión clara. El Depor defendió en el final del partido con balón y, aunque la última jugada fue para el Leganés. Supo ser más equipo que nunca para certificar uno de los mejores partidos junto con el del Atlético de Madrid y supo ganar para encarar lo que viene por delante. Comenzando por el Barcelona y el Celta.VIA IG.
Pero al fin y a la postre el Depor ganó, aunque es cierto que en cada ocasión de ataque del Leganés el respetable suspiraba. Primero de ansiedad, cuando la pelota se acercaba al marco de Rubén, y luego de alivio, cuando la jugada acababa sin las habituales y negativas consecuencias en la meta coruñesa.
Apuesta por la calidad
El entrenador deportivista apostó por la calidad en el medio del campo y le salió bien. Çolak cuajó su mejor partido en muchísimo tiempo y Adrián desequilibró a la zaga rival en no pocas ocasiones.
El Depor comenzó manoseando y sobando la pelota. Con un dominio absoluto, mientras el Leganés esperaba una contra agazapado desde la línea de mediocampo.
El único argumento de un rival que llegaba precedido de una aureola de fútbol directo y agresivo era aguantar el constante rondo deportivista. Poco a poco, superados los primeros minutos, los de Cristóbal comenzaban a acosar la portería de Cuéllar. Y el Leganés, a los suyo. En plan rácano, a esperar una salida en contragolpe que, afortunadamente, no llegaba.
No lo hacía porque el equipo coruñés acababa sus acciones después de dar pases y pases controlando el partido. Coqueteaba con el área de Cuéllar pero no conseguía disparar a puerta con claridad.
El partido se rompió de manera definitiva a los 23 minutos. Çolak disparaba un trallazo que era repelido por el meta pepinero. El rechace necesitaba un despeje de su central para completar la acción defensiva, pero un error de la zaga puso la pelota en el área de influencia de Adrián. El de Teverga se lanzó como un salmón remontando un río, metió la cabeza en semiplancha y mandó la pelota al fondo de las mallas mientras Riazor clamaba de alegría al ver a su equipo adelantarse en el marcador.
A la media hora, de nuevo el astur, enviaba un zapatazo desde la frontal que precisaba del mejor ‘Pichu’ Cuéllar para despejar la pelota. Cada balón que tocaba el blanquiazul era un peligro más que notable.
Mientras, en la punta de lanza, Lucas se deshacía en esfuerzo, en carreras, en trabajo, lo que posilitaba una mayor libertad de movimientos a los jugadores que se ubicaban por detrás. Carles Gil y Çolak hacían paredes, abrían el juego a los costados o entraban por el medio del campo. El Depor jugaba muy bien a la pelota, eso sí, sin premio.
El choque llegó al final de la primera parte con un córner favorable al Leganés que no tuvo consecuencias para la portería del cuadro gallego.
En la reanudación el Leganés pareció salir más fresco y decidido a crear peligro pero fue solo un espejismo. Los herculinos tomaron de nuevo el mando después de una ocasión visitante anulada por fuera de juego.
Lucas Pérez en el 49, Çolak en el 52, siempre atacando, con acciones que se desarrollaban en el campo contrario pero chutando mal... O no chutando, uno de los pocos ‘peros’ que se le puede poner al equipo en el día de ayer.
Carles Gil mereció el gol a los 67 minutos. Pegó un disparo potente a la par que colocado, con parábola incluida. Lo hizo desde el pico del área, bien orientado para su talentosa zurda. El balón impactó en el larguero en lo que debería haber sido el 2-0 de la tranquilidad. Cinco minutos después fue Borges el que hizo que Cuéllar se estirase, y pocos segundos después, de nuevo, Gil. Riazor temía una contra letal de los madrileños y para eso el Depor tenía que andar muy fino. Y lo hizo hasta el final, incluso desde el banquillo, con cambios destinados a perder tiempo.
En el 80 fue Adrián el que tuvo la ocasión de certificar la tarde y sentenciar con un disparo desde media distancia tras un generoso pase de Lucas Pérez. Fue la última ocasión clara. El Depor defendió en el final del partido con balón y, aunque la última jugada fue para el Leganés. Supo ser más equipo que nunca para certificar uno de los mejores partidos junto con el del Atlético de Madrid y supo ganar para encarar lo que viene por delante. Comenzando por el Barcelona y el Celta.VIA IG.
No hay comentarios:
Publicar un comentario