La tortura y el sufrimiento acabó en
Villarreal, como hace un año. Reapareció justo a tiempo la versión más
solidaria del Deportivo, que echó el cerrojo en el Estadio de la
Cerámica. Cubrió los pies con la manta y de poco importó que la cabeza
quedara al detape. Evitó encajar y, como había previsto Mel, sirvió el
empate, que manda al Sporting a Segunda División.
El técnico puso en escena lo que preparó en Abegondo y a puerta cerrada en el estadio de Riazor, Albentosa regresó al centro de la defensa y Carles Gil fue la novedad en ataque respecto al choque con el Espanyol. El técnico pretendía dar continuidad así a la versión que había dejado el equipo en el segundo periodo del partido con los catalanes y, como si fuera la continuación de aquel choque, el Deportivo tuvo un arranque valiente en el Estadio de la Cerámica.
Dicen que en partidos en los que hay mucho en juego, atacar primero siempre ayuda y es lo que hizo Ola John, que exhibió desborde por la banda izquierda y en quince segundos forzó un córner. Después, el Depor lo malgastó con un saque en corto, de esos que resultan incomprensibles, casi ridículos, cuando acaban en nada. Al menos, aprendió de sus anteriores inicios de partido y estuvo muy concentrado en labores defensivas, solidario en el esfuerzo, con Albentosa asumiendo galones el día después de que Mel le diera instrucciones en el césped de Riazor. A su lado, Arribas también tomó nota de su pifia ante el Espanyol y no dudó en despejar al patadón en vez de arriesgarse a conceder otro regalo al rival.
El Villarreal, candidato a Europa, llevó la iniciativa pero su dominio fue infructuoso. Se encontró con un Deportivo firme, muy diferente al que se estaba viendo en escena en los últimos encuentros, aunque poco creativo en ataque por más que Çolak tratara de mover al equipo o que Andone derrochara esfuerzo. Solo Ola John, con un disparo desde la frontal asustó a Andrés Fernández en el primer periodo... y en todo el partido. El portero logró desviar a córner.
El Sporting ya ganaba en Eibar y el Leganés perdía en Bilbao. El peor escenario. El Deportivo, al que entonces no le llegaba el empate, estaba centrado en mantenerse a flote ante el ‘submarino’. En fuera de juego llegó el primer aviso serio de los castellonenses, un remate de Jonathan dos Santos al poste. El mexicano fue el que más lo intentó, pero Lux respondió con seguridad en cada acercamiento de los de Fran Escribá, como cuando despejó providencial un pase atrás de Jaume Costa a la media hora o cuando, al borde del descanso, sacó con reflejos un cabezazo de Álvaro en un saque de esquina. En el rechazo, Soldado le hizo falta y se desataron las hostilidades. Lux se fue a por el delantero, que le hizo daño en su intento por rematar, y el árbitro amonestó a ambos. El argentino no estará bajo palos ante la UD Las Palmas en la última jornada. Poco importa ya, pero sí entonces. Incluso le pudo costar la roja.
El decorado apenas cambió tras el paso por el vestuario. El Villarreal, decidido al ataque. El Deportivo, como un acordeón, casi siempre cerrado. Bruno Soriano rozó el gol en otro córner que cabeceó desviado.
Salvación
La buena noticia llegaba desde San Mamés con el empate del Leganés. En ese momento, el Deportivo, cuando quedaba media hora en El Madrigal, estaba salvado matemáticamente si nada cambiaba en su campo y en el de Bilbao. Paralelamente, Mel sacó a Ola John e introdujo a Fayçal. El internacional marroquí conocía al árbitro, Gil Manzano, que le había expulsado en el Calderón, pero no pareció importarle. En dos minutos vio la amarilla por perder tiempo al ejecutar una falta lateral y posteriormente se jugó la segunda en un par de acciones.
Lux volvió a salvar al Deportivo a disparo de Jaume Costa y el Villarreal refrescó el once y puso más argumentos ofensivos para buscar la victoria. Entraron Sansone y Adrián López. Los blanquiazules se afanaban en achicar agua.
Fueron minutos delicados para el Deportivo. El Villarreal no se cansó de colgar centros laterales, pero Lux dominaba esa zona e intimidaba. Bruno Gama suplió a Gil para cerrar la banda. El míster quería tapar agujeros.
El Villarreal dio el último arreón para llevarse los tres puntos con un golpe de riñón que no le sirvió para llegar a su meta. Le faltaron centímetros para superar a la zaga deportivista. Especialmente a Bakambu, que no supo aprovechar un pase de Jaume Costa cuando quedaban seis minutos. Antes del interminable descuento, Mosquera sustituyó a Çolak. Mel echó el candado de manera definitiva y el Deportivo, abrió, por fin, la cerradura de la permanencia y el de la profunda reflexión que debe hacer. VIA IG.
El técnico puso en escena lo que preparó en Abegondo y a puerta cerrada en el estadio de Riazor, Albentosa regresó al centro de la defensa y Carles Gil fue la novedad en ataque respecto al choque con el Espanyol. El técnico pretendía dar continuidad así a la versión que había dejado el equipo en el segundo periodo del partido con los catalanes y, como si fuera la continuación de aquel choque, el Deportivo tuvo un arranque valiente en el Estadio de la Cerámica.
Dicen que en partidos en los que hay mucho en juego, atacar primero siempre ayuda y es lo que hizo Ola John, que exhibió desborde por la banda izquierda y en quince segundos forzó un córner. Después, el Depor lo malgastó con un saque en corto, de esos que resultan incomprensibles, casi ridículos, cuando acaban en nada. Al menos, aprendió de sus anteriores inicios de partido y estuvo muy concentrado en labores defensivas, solidario en el esfuerzo, con Albentosa asumiendo galones el día después de que Mel le diera instrucciones en el césped de Riazor. A su lado, Arribas también tomó nota de su pifia ante el Espanyol y no dudó en despejar al patadón en vez de arriesgarse a conceder otro regalo al rival.
El Villarreal, candidato a Europa, llevó la iniciativa pero su dominio fue infructuoso. Se encontró con un Deportivo firme, muy diferente al que se estaba viendo en escena en los últimos encuentros, aunque poco creativo en ataque por más que Çolak tratara de mover al equipo o que Andone derrochara esfuerzo. Solo Ola John, con un disparo desde la frontal asustó a Andrés Fernández en el primer periodo... y en todo el partido. El portero logró desviar a córner.
El Sporting ya ganaba en Eibar y el Leganés perdía en Bilbao. El peor escenario. El Deportivo, al que entonces no le llegaba el empate, estaba centrado en mantenerse a flote ante el ‘submarino’. En fuera de juego llegó el primer aviso serio de los castellonenses, un remate de Jonathan dos Santos al poste. El mexicano fue el que más lo intentó, pero Lux respondió con seguridad en cada acercamiento de los de Fran Escribá, como cuando despejó providencial un pase atrás de Jaume Costa a la media hora o cuando, al borde del descanso, sacó con reflejos un cabezazo de Álvaro en un saque de esquina. En el rechazo, Soldado le hizo falta y se desataron las hostilidades. Lux se fue a por el delantero, que le hizo daño en su intento por rematar, y el árbitro amonestó a ambos. El argentino no estará bajo palos ante la UD Las Palmas en la última jornada. Poco importa ya, pero sí entonces. Incluso le pudo costar la roja.
El decorado apenas cambió tras el paso por el vestuario. El Villarreal, decidido al ataque. El Deportivo, como un acordeón, casi siempre cerrado. Bruno Soriano rozó el gol en otro córner que cabeceó desviado.
Salvación
La buena noticia llegaba desde San Mamés con el empate del Leganés. En ese momento, el Deportivo, cuando quedaba media hora en El Madrigal, estaba salvado matemáticamente si nada cambiaba en su campo y en el de Bilbao. Paralelamente, Mel sacó a Ola John e introdujo a Fayçal. El internacional marroquí conocía al árbitro, Gil Manzano, que le había expulsado en el Calderón, pero no pareció importarle. En dos minutos vio la amarilla por perder tiempo al ejecutar una falta lateral y posteriormente se jugó la segunda en un par de acciones.
Lux volvió a salvar al Deportivo a disparo de Jaume Costa y el Villarreal refrescó el once y puso más argumentos ofensivos para buscar la victoria. Entraron Sansone y Adrián López. Los blanquiazules se afanaban en achicar agua.
Fueron minutos delicados para el Deportivo. El Villarreal no se cansó de colgar centros laterales, pero Lux dominaba esa zona e intimidaba. Bruno Gama suplió a Gil para cerrar la banda. El míster quería tapar agujeros.
El Villarreal dio el último arreón para llevarse los tres puntos con un golpe de riñón que no le sirvió para llegar a su meta. Le faltaron centímetros para superar a la zaga deportivista. Especialmente a Bakambu, que no supo aprovechar un pase de Jaume Costa cuando quedaban seis minutos. Antes del interminable descuento, Mosquera sustituyó a Çolak. Mel echó el candado de manera definitiva y el Deportivo, abrió, por fin, la cerradura de la permanencia y el de la profunda reflexión que debe hacer. VIA IG.
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