Era un partido en el que el Deportivo se
jugaba la vida. Son palabras de Pepe Mel después del encuentro con el
Granada en Riazor, en el que el conjunto coruñés, en opinión del míster,
sesteó media hora. Después, encontró fisuras en un pobre Granada, que
se conformó con el empate cuando para él era la última oportunidad en la
lucha por la permanencia ya que la victoria le habría dado esperanzas y
acercado a los equipos que le preceden, entre ellos el coruñés.
Los blanquiazules, pese a un partido soporífero, de los peores que se
recuerdan en Riazor (y ha habido muchos malos) en los últimos tiempos,
no fueron capaces de rentabilizar las ocasiones que surgieron más por
errores del rival que por méritos propios. Ni siquiera un penalti, la
acción que se presenta como más factible para ver portería y que para el
Deportivo se ha convertido en un auténtico suplicio.
Esta vez fue Borges, que había marcado dos, el que falló desde los once
metros, la misma distancia que se le atravesó este curso a Babel (aunque
metió el rechazo), a Joselu en Copa del Rey, a Çolak ante el Sporting y
a Fayçal ante el Valencia. Cinco penaltis errados de ocho intentos,
tres de cuatro fallados con Mel en el banquillo deportivista.
El Deportivo los entrena cada semana, pero no surte efecto. Quizás el
problema sea que en esos momentos no tenga la presión que luego se
encuentra cuando llega el momento de la verdad. Por eso tras el partido,
en tono serio, aunque de broma, Mel se planteó subir la exigencia en
los ensayos. El técnico propuso que el que falle, que pague una cena de
200.000 euros.
El consuelo
Con el Deportivo incapaz de ganar por tercera jornada consecutiva, el
consuelo llegó con los resultados de los demás equipos de la zona baja.
Perdió el Sporting de Gijón ante el Málaga en casa, cayó el Leganés en
Butarque ante el Real Madrid y aunque Osasuna ganó, el Deportivo le
queda demasiado lejos en la clasificación (los coruñeses le doblan en
puntos). Así que la lectura que queda, a la que se aferran incluso los
propios jugadores (Arribas) es que la jornada fue bastante positiva para
el Deportivo. Y es que, queda una jornada menos y el Deportivo ha
ampliado en un punto su colchón de puntos respecto a las posiciones de
descenso a Segunda División, esas que marca el Sporting de Gijón. Mel,
sin embargo, ya ha empezado a pensar en donde recuperar los puntos no
sumados ante el Granada. VIA IG.
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