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lunes, 3 de abril de 2017

TRES MINUTOS DIERON AL TRASTE CON LOS DE PEPE MEL

Carles Gil, que se enfrentaba al equipo en el que   se formó, fue 
literalmente ‘cosido’ a faltas | ALBERTO SAIZ
Carles Gil, que se enfrentaba al equipo en el que se formó, fue literalmente ‘cosido’ a faltas | ALBERTO SAIZ
Tres minutos absolutamente locos, del seis al nueve de encuentro, dieron al traste con los planes del Depor para –al menos– puntuar en Mestalla y dejaron huérfanos de puntos a los de Pepe Mel por segunda jornada consecutiva. Tres minutos en los que se pasó de poder tomar el mando del choque a ir a remolque en el marcador.

Ya avisó el Valencia a los dos de juego con un disparo tímido de Orellana, pero trenzando bien en ataque, que atrapó sin problemas Lux. El Depor respondió con otro timorato envío sobre las manos de Alves. Eran los minutos de toma de contacto con el partido, el tiempo de medirse uno a otro y de situarse sobre el terreno de juego. El Depor lo hacía con el 1-4-4-2 ensayado durante la semana, con Joselu y Andone en punta y Fayçal Fajr y Gil en los costados.

El Valencia volvió a llegar demasiado fácil a una acción con un nuevo disparo sobre Lux, en esta ocasión de Zaza, lo que hacía que Pepe Mel se desgañitase en la banda corrigiendo a sus jugadores.

Pocos segundos más tardes en una jugada de ataque del Depor Andone era derribado en el área por Garay. Un penati claro, señalado por el colegiado, pero Fayçal Fajr no era capaz de engañar a todo un ‘parapenaltis’ como Alves.

Una auténtica lástima, no solo por fallar la pena máxima, sino porque la cartulina que veía Garay debería haber sido roja y no amarilla. En la siguiente acción, para rizar el rizo de la mala suerte, Carles Gil marcaba pero su tanto era invalidado por un fuera de juego inexistente. La montaña rusa seguía y, en la acción inmediata, el Valencia conseguía el 1-0 por mediación, precisamente de Garay, que debería haber sido expulsado unos instantes antes. El choque había tenido en solo tres minutos lo que no tienen otros partidos en noventa. Lo malo es que, como casi siempre esta temporada, el equipo que caía ‘de pardillo’ era el Deportivo, que veía cómo de poder ir ganando por 0-1 perdía por 1-0.

El equipo herculino intentó reponerse rápido del mazazo y lo consiguió. Buscó con intención la portería valencianista ante un rival que no acudió al intercambio de jugadas de ataque y esperó un poco más a los coruñeses, aprovechando la ventaja en el marcador.

Con la presión visitante contragolpeó bien el cuadro levantino y, de hecho, en el 27 Lux tuvo que intervenir en una acción en la que mandó a córner a disparo de Munir. A la salida del saque de esquina Albentosa marcaba en propia meta. La ley de que ‘todo puede ir a peor’ se cumplía a rajatabla.
El Valencia aprovechó todas las oportunidades para hacer daño al Depor mientras que los herculinos atacaban con corazón pero sin suerte. Carles Gil hizo intervenir a Alves en un disparo desde el vértice derecho del área y Juanfran buscó el centro en la siguiente jugada; sin rematador. Así, con el 2-0 se llegó al descanso.

Cambio de rumbo
Pepe Mel no esperó para el primer cambio y dio entrada a Çolak por Joselu al inicio de la segunda parte. El técnico apostó por más control en la media, aunque situó al turco en la banda, ya que lo sustituyó por Fayçal Fajr.

El propio Çolak fue el encargado de botar una falta que precisó de una gran parada de Alves. Corría el minuto 51 de encuentro y el Depor intentaba marcar para ‘meterse’ en el partido. El gol rondó el área del conjunto valencianista en el 57, cuando ni Joselu ni Juanfran acertaron a enviar la pelota entre los tres palos. El equipo de Mel continuaba acechando el gol, atacando más, pero el premio al esfuerzo no llegaba. En el 60 Zaza marcó, pero en posición claramente ilegal, y el gol no subió al marcador. Era la primera llegada nítida de los blanquinegros en la segunda parte y, como en la primera, avisaban del peligro que llevan en sus botas.

Pudo marcar Andone en el 72 pero su disparo impactó directamente en el cuerpo de un zaguero local. El partido estaba muy abierto y se jugaba de campo a campo, pero el marcador seguía siendo dominado con claridad por el equipo de Voro.

El Depor llegaba, pero no concretaba y mucho menos definía, o por exceso o por defecto. O demasiados pases o demasiados pocos. Lo que se suele decir cuando, simplemente, los planes no salen como se espera.

Para certificar la ‘mala tarde en la oficina’, parafraseando a John Toshack, apareció Cancelo, que casi recién entrado en el terreno de juego anotó el 3-0 y tuvo los santos argumentos de hacer callar a una grada con la que no tiene buenas relaciones. Ahí se acabó la historia de un partido que se empezó a perder en tres minutos locos que sentenciaron al Depor y acabaron con sus planes.VIA IG.

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