Nuevas ideas y un soplo de aire fresco es lo que trae Pepe Mel al Deportivo. El técnico madrileño tendrá hoy su segundo regalo de cumpleaños, su debut en Riazor, el primero fue su contratación, curiosamente el día de su aniversario. Mel aterrizó en A Coruña siendo consciente de las urgencias del equipo herculino y con apenas tres días de trabajo antes del primer compromiso del conjunto blanquiazul. Recibe a un siempre temido Atlético, al que no gana desde 2009.
En su primera comparecencia ya dejó claro que en estos días iniciales llevando la batuta blanquiazul lo fundamental pasaba por levantar el ánimo de sus futbolistas, lastrado por una mala dinámica que les acompaña desde el inicio de 2017. Mel indicó que él sería el encargado de “la salud mental” de sus jugadores.
Y así lo dejó patente en las sesiones de trabajo en Abegondo, en las que hizo varios apartes con alguno de sus nuevos pupilos, y que complementó con continuas arengas durante las mismas. Quiere que los blanquiazules vuelvan a divertirse en el campo, que jueguen de forma alegre y para eso es fundamental que los futbolistas sean conscientes de que son buenos y que confíen los unos en los otros.
Su llegada al banquillo blanquiazul puede marcar, al menos de cara al choque de esta noche, un punto de inflexión. Es una regla no escrita que cuando recala un nuevo técnico suele suponer una pequeña revolución y el equipo puntúa. Los jugadores dan un paso al frente y suele haber un ‘reseteo’ en el plantel. Los menos habituales se ven ante una nueva oportunidad de sumar minutos y los que hasta ese momento eran fijos en el once saben que tienen que ganarse la confianza del nuevo míster.
Mel ha realizado varias pruebas con diferentes equipos (hoy a puerta cerrada en Abegondo tendrá el último ensayo) pero estos podrían ser los elegidos para su estreno dirigiendo al Deportivo: Lux seguiría en la portería; defensa de cuatro con Juanfran y Navarro por las bandas y como centrales Sidnei y Arribas; Mosquera repetiría en el once acompañado de Borges, que está apercibido de sanción; como volantes Kakuta ejercería a pierna cambiada y por la derecha situaría a Fayçal Fajr, que entraría por Carles Gil; en la mediapunta seguiría estando Çolak y como único ariete Florin Andone.
La baja de Guilherme, debido a sus molestias musculares, motivaría la continuidad en la lista de Álex Bergantiños, que con la llegada de Pepe Mel podría disfrutar de sus primeros minutos en LaLiga. Al margen de los posibles ajustes que pueda haber en la alineación de esta noche, uno de los objetivos que el preparador espera lograr es volver a conectar al equipo con la grada. A la vista de la multitud de aficionados que acudieron a su primera sesión en Abegondo, la llegada de Mel ha supuesto renovar la ilusión del deportivismo. Ahora toca que ‘el respetable’ disfrute del fútbol. Como indicaba en su primera rueda de prensa a su llegada “son los jugadores los que tienen que conectar con el público de Riazor para que estos les devuelvan con aliento y aplausos lo que han hecho en el campo”. Una unión que nunca se rompió pero que tiene que ser reforzada con alegrías para una hinchada que se desplazó en masa a Leganés y terminó muy decepcionada. El mayor patrimonio del Deportivo merece celebrar una victoria, por fin, en este 2017 aciago para los intereses blanquiazules.
Comienza una nueva era para el conjunto herculino. La llegada de Pepe Mel, revulsivo debido a la actual crisis de juego y resultados del equipo en los últimos tiempos, tiene que marcar un cambio en el devenir de un Deportivo que navega por aguas turbulentas. Los malos resultados de los rivales han impedido tocar puestos de descenso, pero es el momento de sumar. VIA IG.
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