El Deportivo cayó de pie en la Copa del Rey. Se despidió del torneo en Mendizorroza, donde solo pudo cumplir uno de los objetivos que tenía. Marcó, pero lo hizo después de que también lo consiguiera el Alavés. Los deportivistas firmaron buenos minutos, acumularon casi toda la posesión, asediaron a los vitorianos tras la expulsión de Theo Hernández en la reanudación, fueron a por el pase tras el gol de Arribas, pero no pudo ganar y acceder a cuartos.
El valor doble de los goles a domicilio resutó decisivo. Obligaba al Deportivo a ganar en Mendizorroza o a empatar a más de dos goles y el equipo coruñés llevó la iniciativa en campo rival apoyado por los 200 hinchas que le acompañaron en la grada tras un maratoniano viaje. Propuso en Mendizorroza, aunque las primeras ocasiones fueron para los vitorianos, que no tardaron en encontrar vías de agua en la retaguardia blanquiazul, tapadas casi siempre por Rubén. El de Coristanco, que se queda sin el torneo en el que tenía protagonismo, trató por todos los medios de que no se apagara la vida copera del Depor.
En el otro extremo del campo, un gesto de dolor de Joselu después de un salto inquietó al deportivismo, pero se quedó en nada.
El equipo se encomendó a Çolak, que exhibió su clase en Vitoria, esa plaza donde Marlos Moreno, una tarde más, estuvo desafortunado.
El colombiano sufrió otro inoportuno resbalón en el área antes de estrellar el esférico en el poste en el siguiente ataque de los de Gaizka Garitano, incapaces de traducir su dominio en un gol que les habría puesto por delante en la eliminatoria.
El juego, como ante el Espanyol, se espesó a base de faltas. Luisinho y Pantic no tuvieron miedo a jugarse la segunda amarilla y Theo calculó al milímetro dónde tocar a Marlos Moreno para que el colegiado, Estrada Fernández, pitara la falta al borde del área y no señalara los once metros.
Fueron los mejores momentos del Deportivo en el primer tiempo, que moría con empate sin goles cuando el Alavés, como en Riazor la semana pasada, aprovechó para darle una estocada a su rival en unos segundos fatídicos para la cobertura del coruñesa. El larguero salvó un remate de Christian Santos, pero a la zaga le faltó contundencia para alejar el cuero y Edgar Méndez lo recogió para darle al equipo vasco una inmerecida victoria parcial.
Del vestuario salió Theo Hernández pasado de revoluciones. En los primeros segundos se llevó por delante a Juanfran con una entrada peligrosa y fue expulsado por doble amarilla. El Deportivo tenía toda la segunda mitad por delante con un hombre más que su rival y, por fortuna, Juanfran, que se perderá el partido del sábado por sanción, pudo seguir en el césped. El madrileño dejó claro que estaba en perfectas condiciones. Después de ser atendido en la banda, volvió aún más fuerte, como suelen decir los futbolistas que se lesionan.
El equipo necesitaba dos goles para avanzar a cuartos y Garitano intentó echar un cable con los cambios. Guilherme suplió a Borges y Andone ‘turró’, como siempre, en ataque. A falta de claridad para sorprender desde la combinación, el empate llegó a balón parado. Çolak, quién si no, ejecutó desde la esquina y Arribas, una garantía en esas acciones, aprovechó el regaló de Pantic. El gol reforzó al Deportivo. Juanfran se creció en la banda y la posesión de los coruñeses se disparó por encima del 60 por ciento.
El Alavés se encerró para aguantar las acometidas de los deportivistas. Los blanquiazules buscaron la clasificación y la rozaron con un cabezazo de Joselu que se sacó de encima Ortolá con un paradón. Ahora, ya solo queda pensar en la Liga.VIA IG.
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