Deportivo y Villarreal se respetaron tanto
durante los 92 minutos que duró el partido de ayer que se podría decir
que firmaron unas tablas justas a pesar de que el conjunto local siempre
quiso dar un paso más en ataque que un táctico rival.
El entrenador deportivista propuso un once con la referencia en punta de
Andone y tres jugadores detrás del ariete, Marlos Moreno, Emre Çolak y
Luisinho, que ocupó el puesto de interior/extremo izquierdo con Navarro
en el lateral. Planteamiento para frenar a una de las mejores plantillas
de la Liga y jugar siempre de poder a poder.
Y así comenzó el encuentro, con el Depor manejando la pelota sin
temores, buscando el área amarilla, guardando su defensa, lógico, pero
asumiendo el rango que da el jugar en Riazor. A los cuatro minutos
Marlos Moreno probaba a internarse en el área con dos buenos regates
pero sin conseguir llevar el peligro a la meta castellonense.
Borges lo intentaba segundos después con un chut desde fuera del área y
encerraba al conjunto de Escribá en su área. De hecho, en los minutos
siguientes hasta bien pasado el cuarto de hora, el cuadro gallego
disponía de varios córners merced a la superioridad en las acciones de
ataque.
El Villarreal despertaba a los 23 minutos con una jugda muy elaborada y
talentosa, con pases entre Bruno, Trigueros y Samu Castillejo, que
interceptaba Tyton con solvencia.
El Depor respondía casi de manera inminente con un potente disparo de
Andone quien se peleaba con todo y con todos en su lucha por conseguir
buenas posiciones para finalizar las jugadas de vanguardia. Pero el
equipo visitante también sabía llegar con peligro, y lo hacía de nuevo
en una jugada por la banda izquierda que buscaba un centro atajado de
nuevo por Tyton con la autoridad que le caracteriza.
El cuadro levantino aprovechaba la presencia de Marlos y Laure en la
banda, el primero con poco aporte defensivo y el segundo con mucho
trabajo, para volcar sus ataques por este flanco. Con equilibrio en
general, quizá con el conjunto blanquiazul un poco superior, se llegaba
al descanso sin movimiento en el marcador.
El choque se reanudó tras el descanso con dos ataques, uno para cada
equipo, que finalizaron de idéntica manera, sin rematador. La tónica era
la misma que en el primer periodo, igualdad absoluta y las dos
escuadras preocupadas de no cometer errores, de no encajar. Çolak probó
fortuna con un disparo lejano a los 55 minutos, pero pegó a la pelota
con poca fe y el esférico se fue por encima de la portería de Pabellón.
El ritmo del encuentro decrecía pero el Depor seguía manteniendo cierto
dominio. A los 59 la mala suerte se adueñó de un remate de espaldas de
Andone de bellísima factura que merecía, sin duda, el gol. La pelota se
estrelló en la madera. Hubiera sido un verdadero golazo.
El delantero deportivista volvió a probar fortuna instantes después pero
su lanzamiento se fue desviado. Afortunadamente ocurrió lo mismo con un
disparo de Trigueros –quien no suele fallar– al mandarlo a las nubes
superado el minuto 69.
El empate se iba haciendo cada vez más grande entre un Depor que
contenía al Villarreal y atacaba cada vez menos por el paso de los
minutos y un rival al que tampoco se le veían demasiados argumentos
ofensivos. Tanto el choque como los contendientes iban de más a menos
‘firmando’ la igualada.
Joselu estuvo a punto de marcar en el minuto 83 a la salida de un córner
pero su cabezazo se encontró con una buena parada de Asenjo. El choque
fue muriendo con un resultado que, finalmente, pareció dejar satisfechos
a los dos equipos.VIA IG.
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