La llegada de Davy Roef al Deportivo fue una operación sorpresa por parte del conjunto blanquiazul, que cedió al Anderletch a Rubén en busca de minutos y acoge ahora a un joven cancerbero de 22 años, que ha jugado previa de Champions y Liga Europa, pero sin experiencia fuera de la liga belga.
Una llegada motivada por la pérdida de titularidad en la escuadra que dirige Rene Weiler, un técnico con el que no tenía problemas, pero que le había abocado a una situación desdichada en el plano deportivo. “No podía estar feliz si estaba en el banquillo, no era nada personal.
Roef afronta su desembarco en la competición española con ilusión y ganas de crecer deportivamente. “Es una gran oportunidad venir a la Liga española, para mí la mejor competición del mundo y voy a trabajar todos los días muy duro”, declara el guardameta, que advierte de que le va a poner “la labor difícil a los otros porteros” y va “a ganar experiencia”. Un reto no solo a nivel futbolístico sino también en el plano personal. “Nunca había estado fuera de Bélgica, ni había jugado en una liga extranjera. Me va a venir bien como experiencia vital”, reseña.
Su cesión al Deportivo supone para él un reto y una forma de mejorar. “Es una gran oportunidad para probarme a mí mismo”, aclara Roef. Pese a ser consciente de que llega al club blanquiazul en calidad de tercer portero, pues tendrá por delante a Tyton y Germán Lux, valora otros aspectos positivos de su aterrizaje en el equipo herculino: “No es solo jugar, estoy feliz de estar aquí. Sé que el club tiene un gran entrenador de porteros (Manu Sotelo) y vengo a mejorar”. Un paso adelante que espera dar y que desea que suponga un estímulo para sus nuevos compañeros bajo palos. “Si trabajo duro y lo hago bien, ellos también tendrán que mejorar y hacerlo mejor”, apunta Roef, aunque es consciente de que el técnico “será el que tenga que decidir” quién juega.
Asimismo, el de Amberes afirma que ya sabía del conjunto blanquiazul. “Conozco al Deportivo por su gran historia”, reseña y se remonta a gestas pasadas de la escuadra herculina. “Recuerdo los cuartos de final contra el Milán y conocía a grandes jugadores como Makaay o Tristán”, indica el guardameta.
Entre sus referentes están Casillas o Van der Sar y se define como un cancerbero “tranquilo” y que no se arriesga. Su cesión será de seis meses, aunque Roef se refiere a esa frase tan manida de “en el fútbol nunca se sabe qué va a pasar”, si bien su “idea es volver a Bélgica”. Roef, que espera entrar en la historia del equipo por méritos deportivos, ya lo ha hecho al convertirse en el primer belga que forma parte de la primera plantilla. El único precedente es Fernand Goyvaerts, ariete belga del Real Madrid que reforzó al Depor en un amistoso en 1966 ante el Inter.VIA IG.
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