la previa
La Romareda vivirá este mediodía un enfrentamiento de alto voltaje entre dos de los conjuntos que partían a principio de temporada como principales candidatos al ascenso directo, pero de los que solo los coruñeses han logrado dar la cara hasta ahora.
El enfrentamiento con el Zaragoza es uno de los duelos más esperados por los aficionados desde que arrancó el campeonato. Se trata de un duelo entre dos de los teóricos ‘grandes’ de Segunda y con muchísimo en juego para ambas escuadras.
El equipo herculino tiene la posibilidad de consolidarse en la segunda plaza, sin dejar que sus más perseguidores le echen el aliento en el cogote. Además, puede asestar un golpe casi definitivo a un rival al que la plantilla deportivista no da por muerto hasta que esté bien enterrado. Al aspecto deportivo hay que unir, además, el morbo que siempre levantan los duelos entre coruñeses y maños desde que el club de la ribera del Ebro se llevó a Lafita.
La temporada del conjunto aragonés es pésima. Pese a la calidad que atesoran sus futbolistas, la ‘nave’ aragonesa no ha logrado funcionar, salvo alguna pequeña racha que hizo pensar en que los zaragocistas habían asimilado los conceptos de Paco Herrera. Pero nunca ha sido así. El juego de los maños ha sido paupérrimo, lo que provocó que el lunes, la directiva destituyera al técnico catalán.
un rival en barrena
Víctor Muñoz es quien ha tomado las riendas de la plantilla. El nuevo entrenador tiene la complicada tarea de levantar a una escuadra que no gana desde el 25 de enero, cuando se impuso en Miranda de Ebro (0-1).
Desde entonces, el equipo aragonés ha encadenado cuatro derrotas y tres empates. Estos resultados han provocado que los maños se encuentren más cerca de los puestos de descenso que del playoff de ascenso.
Precisamente, el Deportivo necesita aprovecharse de esa ansiedad zaragocista, por la necesidad de lograr un triunfo, para regresar a la senda de la victoria.
La mayoría de los blanquiazules que han hablado en rueda de prensa esta semana destacaron la necesidad de aguantar la presumible salida en tromba del Zaragoza, que tendrá la obligación de encarrilar el encuentro en los primeros veinte minutos si no quiere que los nervios se apoderen de la grada y sus aficionados se vuelvan en su contra.
“Si aguantamos ese tirón de ellos y, si encima, nos ponemos por delante en el marcador, sí puede afectarles”, apuntaba el viernes Juan Domínguez.
Un argumento con el que Fernando Vázquez coincidió de pleno ayer. “Si nosotros aguantamos es posible que los viejos fantasmas vuelvan a la cabeza de los aficionados”, avisó.
Esa parece que será la estrategia de la escuadra coruñesa, tratar de contener el asedio aragonés inicial, para jugar con la desesperación del adversario e intentar ‘matar’ el partido a medida que avancen los minutos.
A pesar de lo importante que sería salir de La Romareda con los tres puntos, el conjunto herculino afronta el duelo con cuatro bajas fundamentales.
A las ausencias ya conocidas de los lesionados Salomao y Toché, quien se perderá al menos los tres próximos encuentros, y del sancionado Luisinho, quien cumplirá el tercero de los cuatro partidos que tiene de castigo, se confirmó en la sesión de ayer la baja de Carlos Marchena.
El defensa central, quien sufrió un esguince de tobillo el pasado jueves, entró en la convocatoria que Fernando Vázquez confeccionó el viernes. Pero el entrenador de Castrofeito descartó al central andaluz antes de iniciar el viaje a tierras aragonesas al entender que el campeón del mundo y de Europa no se encontraba en condiciones de vestirse de corto ante el Zaragoza.
Esta circunstancia provoca que el estratega blanquiazul no pueda repetir la línea de tres centrales que jugó el pasado sábado, con el Barcelona B, que formaron Marchena, Lopo e Insua. Aunque no hay que descartar la posibilidad de que Vázquez se decante por Álex Bergantiños para sustituir al sevillano en la zaga.
Aun así, lo más probable es que el preparador coruñés se decante por una retaguardia de cuatro hombres.
Otras dos dudas hay en el once. La primera, si Vázquez construirá un doble pivote defensivo con Álex Bergantiños y Wilk, con Juan Domínguez como mediapunta o preferirá apostar por una medular más creativa, con ‘Juando’ junto a Bergantiños y Sissoko de enganche. La otra es si Diego Ifrán tendrá un sitio en el once, bien en punta o en una banda, aunque parece poco probable.VIA IG. @xalomonte
El equipo herculino tiene la posibilidad de consolidarse en la segunda plaza, sin dejar que sus más perseguidores le echen el aliento en el cogote. Además, puede asestar un golpe casi definitivo a un rival al que la plantilla deportivista no da por muerto hasta que esté bien enterrado. Al aspecto deportivo hay que unir, además, el morbo que siempre levantan los duelos entre coruñeses y maños desde que el club de la ribera del Ebro se llevó a Lafita.
La temporada del conjunto aragonés es pésima. Pese a la calidad que atesoran sus futbolistas, la ‘nave’ aragonesa no ha logrado funcionar, salvo alguna pequeña racha que hizo pensar en que los zaragocistas habían asimilado los conceptos de Paco Herrera. Pero nunca ha sido así. El juego de los maños ha sido paupérrimo, lo que provocó que el lunes, la directiva destituyera al técnico catalán.
un rival en barrena
Víctor Muñoz es quien ha tomado las riendas de la plantilla. El nuevo entrenador tiene la complicada tarea de levantar a una escuadra que no gana desde el 25 de enero, cuando se impuso en Miranda de Ebro (0-1).
Desde entonces, el equipo aragonés ha encadenado cuatro derrotas y tres empates. Estos resultados han provocado que los maños se encuentren más cerca de los puestos de descenso que del playoff de ascenso.
Precisamente, el Deportivo necesita aprovecharse de esa ansiedad zaragocista, por la necesidad de lograr un triunfo, para regresar a la senda de la victoria.
La mayoría de los blanquiazules que han hablado en rueda de prensa esta semana destacaron la necesidad de aguantar la presumible salida en tromba del Zaragoza, que tendrá la obligación de encarrilar el encuentro en los primeros veinte minutos si no quiere que los nervios se apoderen de la grada y sus aficionados se vuelvan en su contra.
“Si aguantamos ese tirón de ellos y, si encima, nos ponemos por delante en el marcador, sí puede afectarles”, apuntaba el viernes Juan Domínguez.
Un argumento con el que Fernando Vázquez coincidió de pleno ayer. “Si nosotros aguantamos es posible que los viejos fantasmas vuelvan a la cabeza de los aficionados”, avisó.
Esa parece que será la estrategia de la escuadra coruñesa, tratar de contener el asedio aragonés inicial, para jugar con la desesperación del adversario e intentar ‘matar’ el partido a medida que avancen los minutos.
A pesar de lo importante que sería salir de La Romareda con los tres puntos, el conjunto herculino afronta el duelo con cuatro bajas fundamentales.
A las ausencias ya conocidas de los lesionados Salomao y Toché, quien se perderá al menos los tres próximos encuentros, y del sancionado Luisinho, quien cumplirá el tercero de los cuatro partidos que tiene de castigo, se confirmó en la sesión de ayer la baja de Carlos Marchena.
El defensa central, quien sufrió un esguince de tobillo el pasado jueves, entró en la convocatoria que Fernando Vázquez confeccionó el viernes. Pero el entrenador de Castrofeito descartó al central andaluz antes de iniciar el viaje a tierras aragonesas al entender que el campeón del mundo y de Europa no se encontraba en condiciones de vestirse de corto ante el Zaragoza.
Esta circunstancia provoca que el estratega blanquiazul no pueda repetir la línea de tres centrales que jugó el pasado sábado, con el Barcelona B, que formaron Marchena, Lopo e Insua. Aunque no hay que descartar la posibilidad de que Vázquez se decante por Álex Bergantiños para sustituir al sevillano en la zaga.
Aun así, lo más probable es que el preparador coruñés se decante por una retaguardia de cuatro hombres.
Otras dos dudas hay en el once. La primera, si Vázquez construirá un doble pivote defensivo con Álex Bergantiños y Wilk, con Juan Domínguez como mediapunta o preferirá apostar por una medular más creativa, con ‘Juando’ junto a Bergantiños y Sissoko de enganche. La otra es si Diego Ifrán tendrá un sitio en el once, bien en punta o en una banda, aunque parece poco probable.VIA IG. @xalomonte
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