El técnico da instrucciones a los jugadores durante el entrenamiento en Abegondo susy suárez
Fernando Vázquez no se casa son un sistema táctico, los alterna. En la ciudad deportiva de Abegondo y allí donde juegue el Deportivo. El equipo tiene versatilidad para acoplarse a lo que el míster diseñe en la pizarra en cada momento. Está trabajado. De hecho, las posibilidades son tan grande que basta con que Álex Bergantiños cambie de posición para que el dibujo sea diferente aun manteniendo al resto del once. Es cuestión de mover una pieza arriba o abajo, de adelantar o retrasar la defensa, de retocar el doble pivote, de decidir si los carrileros atacan o se centran en defender, de ir a por el rival o contenerle.
Esa variedad se la da, sobre todo, el sistema de cinco defensas. Acabará implantándolo, pero por ahora convive con un 4-2-3-1 que se resiste a desfallecer y que, en principio, será el que disponga el preparador blanquiazul en el tapete de Riazor ante el Hércules.
Como falta Carlos Marchena, que vio la quinta amarilla en Santo Domingo ante el Alcorcón, el Deportivo afrontará la cita del domingo con Alberto Lopo en el eje de la zaga. Ayer, en el césped de la ciudad deportiva, el catalán tuvo como pareja de baile a Pablo Insua durante parte de la sesión, pero el dúo de centrales se convirtió en trío con Álex Bergantiños entre uno y otro. Así que todas las posibilidades están abiertas.
Si el míster se decanta por el 4-2-3-1, Luisinho apunta a regresar al lateral tras haber jugado como extremo ante el Alcorcón, con Manuel Pablo por detrás. Con ese esquema táctico, Álex Bergantiños y Juan Domínguez compartirían el doble pivote y por detrás de Toché se moverían Rabello, Salomao y Núñez. Wilk perdería la titularidad.
Pero si el elegido es el sistema de cinco defensas, el polaco, probablemente, seguiría en el once, en el que no estarían Núñez o Rabello.
No hay duda sobre el delantero. El puesto será para Toché. Borja, pitado por Riazor en el último encuentro en casa, estará en el banquillo. VIA IG. @xalomnte
Esa variedad se la da, sobre todo, el sistema de cinco defensas. Acabará implantándolo, pero por ahora convive con un 4-2-3-1 que se resiste a desfallecer y que, en principio, será el que disponga el preparador blanquiazul en el tapete de Riazor ante el Hércules.
Como falta Carlos Marchena, que vio la quinta amarilla en Santo Domingo ante el Alcorcón, el Deportivo afrontará la cita del domingo con Alberto Lopo en el eje de la zaga. Ayer, en el césped de la ciudad deportiva, el catalán tuvo como pareja de baile a Pablo Insua durante parte de la sesión, pero el dúo de centrales se convirtió en trío con Álex Bergantiños entre uno y otro. Así que todas las posibilidades están abiertas.
Si el míster se decanta por el 4-2-3-1, Luisinho apunta a regresar al lateral tras haber jugado como extremo ante el Alcorcón, con Manuel Pablo por detrás. Con ese esquema táctico, Álex Bergantiños y Juan Domínguez compartirían el doble pivote y por detrás de Toché se moverían Rabello, Salomao y Núñez. Wilk perdería la titularidad.
Pero si el elegido es el sistema de cinco defensas, el polaco, probablemente, seguiría en el once, en el que no estarían Núñez o Rabello.
No hay duda sobre el delantero. El puesto será para Toché. Borja, pitado por Riazor en el último encuentro en casa, estará en el banquillo. VIA IG. @xalomnte
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