Actualizado 17 Octubre 2013 - 02:00 h.
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Deporte Campeón-2013-10-17-002-c304a2f1
El Deportivo, plagado de suplentes y jugadores del Fabril, pagó su falta de experiencia y la inexistencia de un centro del campo de garantías, y cayó en la tercera ronda de la Copa del Rey frente a un Jaén que se tomó la eliminatoria mucho más en serio y dominó el encuentro a su antojo.
Pese a que Fernando Vázquez proclamó en la previa del partido que no pensaba tirar la Copa, el once que puso en liza demostró que para el técnico de Castrofeito el torneo del KO, más que un segundo plato, era una molestia, una distracción del verdadero y único objetivo del cuadro coruñés, mantenerse en la lucha por el ascenso a Primera División.
Por el miedo a cargar de minutos a los ‘intocables’ de la Liga, el preparador blanquiazul construyó un equipo plagado de suplentes y chavales. Y ni siquiera se preocupó de armar un centro del campo capaz de crear juego.
Marchena es un excelente defensa, pero su presencia en el doble pivote junto al portugués Teles provocó que el Deportivo se encontrara sin un motor de arranque. ‘Overbooking’ de centrales en el Deportivo (formó con una retaguardia de cinco hombres). El resultado de tal experimento fue que el juego de los herculinos fue muy plano, por no decir inexistente.
Mientras, el estratega del cuadro jiennense, Manolo Herrero, dejó claro que deseaba seguir vivo en la Copa, al menos una ronda más. Apostó fuerte y alineó a sus titulares habituales, excepto al guardameta. Y se notó.
Los primeros veinte minutos del partido fueron un auténtico sufrimiento para el espectador, un pestiño. El conjunto andaluz dominaba sin prisa. Tocaba y tocaba, pero sin profundidad ante un Deportivo incapaz de discutirle la pelota y que padecía con cada acercamiento local.
Pese a jugar con una defensa de cinco, la zaga blanquiazul dio sensación de fragilidad durante todo el encuentro. Sobre todo por la banda derecha, donde Nando sacó los colores a Seoane. El lateral zurdo, nacido en la localidad jiennense de Mancha Real, se hartó de subir su banda, ganar la línea de fondo con una falicidad insultante y sacar unos centros medidos que ya quisieran los laterales deportivistas.
Pese a que el cuadro coruñés logró mantener su portería a cero al final del primer tiempo, la escuadra local gozó de varias ocasiones para romper el resultado inicial.
Hasta seis veces se acercaron los locales con peligro a la meta defendida por Fabricio.
En el minuto 12, un disparo de Víctor Curto de volea se marchó rozando el poste izquierdo.
En el 24, un remate de cabeza de Servando, tras un saque de esquina, se marchó besando el larguero.
Pero fue un minuto después cuando se produjo la acción más clara para los jiennenses.
Un cabezazo a bocajarro de Jona obligó a Fabricio a protagonizar una espectacular estirada con la que envió el balón a córner y salvó a los suyos de marcharse al descanso por detrás en el marcador.
Pero la fortuna de los blanquiazules se terminó en la segunda mitad.
En el minuto 72, Servando, que había rematado a placer casi todos los córners de los que había disfrutado el equipo local, aprovechó un nuevo saque de esquina y la ‘caraja’ de los centrales deportivistas para cabecear sin oposición. Lógicamente, el balón acabó en la portería defendida por Fabricio, que nada pudo hacer para evitar el 1-0.
El gol acabó con la resistencia blanquiazul. Los coruñeses bajaron los brazos y vieron cómo el Jaén llegaba a su área aún con más facilidad que antes.
Así, seis minutos después, Juanma lanzó un obús desde la frontal del área que dejó perplejo al meta deportivista. Nuevo zarpazo y eliminatoria sentenciada.
Una espectacular mano de Faricio impidió que Víctor Curto asestara un nuevo golpe. via IG. @xalomonte
Por el miedo a cargar de minutos a los ‘intocables’ de la Liga, el preparador blanquiazul construyó un equipo plagado de suplentes y chavales. Y ni siquiera se preocupó de armar un centro del campo capaz de crear juego.
Marchena es un excelente defensa, pero su presencia en el doble pivote junto al portugués Teles provocó que el Deportivo se encontrara sin un motor de arranque. ‘Overbooking’ de centrales en el Deportivo (formó con una retaguardia de cinco hombres). El resultado de tal experimento fue que el juego de los herculinos fue muy plano, por no decir inexistente.
Mientras, el estratega del cuadro jiennense, Manolo Herrero, dejó claro que deseaba seguir vivo en la Copa, al menos una ronda más. Apostó fuerte y alineó a sus titulares habituales, excepto al guardameta. Y se notó.
Los primeros veinte minutos del partido fueron un auténtico sufrimiento para el espectador, un pestiño. El conjunto andaluz dominaba sin prisa. Tocaba y tocaba, pero sin profundidad ante un Deportivo incapaz de discutirle la pelota y que padecía con cada acercamiento local.
Pese a jugar con una defensa de cinco, la zaga blanquiazul dio sensación de fragilidad durante todo el encuentro. Sobre todo por la banda derecha, donde Nando sacó los colores a Seoane. El lateral zurdo, nacido en la localidad jiennense de Mancha Real, se hartó de subir su banda, ganar la línea de fondo con una falicidad insultante y sacar unos centros medidos que ya quisieran los laterales deportivistas.
Pese a que el cuadro coruñés logró mantener su portería a cero al final del primer tiempo, la escuadra local gozó de varias ocasiones para romper el resultado inicial.
Hasta seis veces se acercaron los locales con peligro a la meta defendida por Fabricio.
En el minuto 12, un disparo de Víctor Curto de volea se marchó rozando el poste izquierdo.
En el 24, un remate de cabeza de Servando, tras un saque de esquina, se marchó besando el larguero.
Pero fue un minuto después cuando se produjo la acción más clara para los jiennenses.
Un cabezazo a bocajarro de Jona obligó a Fabricio a protagonizar una espectacular estirada con la que envió el balón a córner y salvó a los suyos de marcharse al descanso por detrás en el marcador.
Pero la fortuna de los blanquiazules se terminó en la segunda mitad.
En el minuto 72, Servando, que había rematado a placer casi todos los córners de los que había disfrutado el equipo local, aprovechó un nuevo saque de esquina y la ‘caraja’ de los centrales deportivistas para cabecear sin oposición. Lógicamente, el balón acabó en la portería defendida por Fabricio, que nada pudo hacer para evitar el 1-0.
El gol acabó con la resistencia blanquiazul. Los coruñeses bajaron los brazos y vieron cómo el Jaén llegaba a su área aún con más facilidad que antes.
Así, seis minutos después, Juanma lanzó un obús desde la frontal del área que dejó perplejo al meta deportivista. Nuevo zarpazo y eliminatoria sentenciada.
Una espectacular mano de Faricio impidió que Víctor Curto asestara un nuevo golpe. via IG. @xalomonte
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