Los principales acreedores del Deportivo
recibieron esperanzados la propuesta de la Liga de Fútbol Profesional
(LFP) para alcanzar un acuerdo que encauce la viabilidad del club y le
permita arrancar con garantías la temporada que está a punto de
comenzar. La iniciativa de su presidente, Javier Tebas, para sentar a
los actores principales de los que depende el futuro de la entidad con
el fin de arbitrar una solución a la comprometida situación del club ha
supuesto un alivio para estos acreedores, que reconocen que su mediación
ha ayudado a desbloquear el callejón sin salida en el que por momentos
se había convertido el proceso concursal iniciado por el Deportivo en el
mes de enero.
En
paralelo a lo que ocurre en A Coruña entre el presidente Augusto César
Lendoiro y los administradores concursales, la Liga ha logrado convencer
a la Agencia Tributaria y a las instituciones financieras (Nova Galicia
Banco
y Banco Gallego) de que la búsqueda de una salida negociada es la única
beneficiosa para todas las partes implicadas en el proceso.
Entre todos han consensuado un plan que incluye el pago íntegro
de las deudas a cambio de un mayor periodo de tiempo para hacerles
frente dada la negativa manifestada por los bancos para aceptar una
quita. En el plazo disponible es donde se encuentra actualmente el
caballo de batalla de un convenio que tendrá que firmar Augusto César
Lendoiro. De lo contrario, será también él quien deba asumir las
consecuencias de no aceptar las condiciones que han consensuado las
entidades financieras y Hacienda con el auspicio de la Liga.
El
gesto desde la LFP ha tenido incluso repercusión entre los
administradores concursales del club, que el martes se revolvieron ante
la parálisis que a su juicio sufre el convenio de acreedores. La firma
encargada del concurso deportivista, AD Cryex, se manifestó al corriente
de las reuniones promovidas por la Liga en el documento con el que
recriminaron a Lendoiro su actitud durante todo el proceso concursal. En
ese texto, los administradores advirtieron de que no autorizarán ni un
solo pago más a menos que se acelere la firma del acuerdo con los
acreedores. La falta de ingresos y el continuo aumento de la deuda de la
entidad condicionan cada día que pasa el futuro del club, de acuerdo a
la administración concursal. Por este motivo, los propios acreedores
entienden que una solución negociada es la única que le permitiría
mantener sus derechos adquiridos.
La
amenaza de liquidación lanzada por los administradores si en un plazo de
dos semanas no se avanza en la elaboración del convenio no influye
tanto en la voluntad de negociación de los principales acreedores como
la respuesta social que podría tener la desaparición del Deportivo. En
el seno de la Agencia Tributaria son plenamente conscientes de que desde
el punto de vista político sería comprometido asumir la repercusión que
acarrearía el cese de actividad de un club centenario y que además
forma parte del selecto club de los campeones de Liga.
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