Actualizado 19 Mayo 2013 - 03:00 h.
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Miramos atrás por la cercanía del equipazo que el Depor ha sido en un gran número de temporadas después de vivir como “terrenal de toda la vida” que hace treinta años pululaba por la tabla por las mismas zonas que ahora ocupa, subiendo y bajando los peldaños de la permanencia hasta hacerse con el calificativo de ‘equipo ascensor’ que los deportivistas con alguna cana peinada bien recuerdan.
Pero, claro, miramos al 19/M/2000, el día del título de Liga. Nos aferramos a que desde entonces el Espanyol ha ganado dos veces en Riazor, empatado tres e, incluida la Supercopa, caído en 10 visitas a la catedral blanquiazul. Nos armamos con datos positivos antes del envite, como si ellos nos protegieran de antemano, pero la realidad son 90 minutos para seguir viviendo en la batalla o caer herido de muerte. El Deportivo tendrá competir al máximo para vencer. Dejarse la piel.
El propio Fernando Vázquez lo exigió a los suyos, como la afición. Hay presión en el ambiente y se nota. Se puede cortar.
El Depor viene de una pequeña gesta. La derrota en Valladolid (un empate claro, pero lo impidió el colegiado de turno) no empaña un ciclo de ocho partidos con cuatro triunfos justos y tres igualadas, meritorias, ante rivales que bien pudieron haber ganado a los ártabros. Y no llega. No es suficiente lo que otra temporada te habría salvado ‘ya’ por el enorme lastre que ha ido soltando el equipo desde la llegada del de Castrofeito. Fíjense que en el último descenso todo se puso cuesta arriba (abajo más bien) para irse a Segunda con 43 puntos. A este club siempre le tocan temporadas extrañas y, desde hace algún tiempo, los propios directivos blanquiazules avisan de sucesos extrafutbolísticos que empañan la competición.
Harina de otro costal, en todo caso, ya que lo que prima, como explicó el entrenador, es vencer; “ni cálculos ni cábalas”. Hoy los Aranzubia, Manuel Pablo, Aythami, Kaká, Sílvio, Aguilar, Juan Domínguez, Bruno Gama, Valerón, Pizzi y Riki tienen por delante un partido de los que pasa a la historia como “el del Español que ganamos y...”. El cambio de signo de la frase no lo queremos ni pensar por Artabria antes de la primera de las tres últimas finales de la temporada.
Aún ganando, si todo se da mal en los campos en los que no jugamos pero miramos, el Depor seguiría en una situación límite, sin margen para el error. De cualquier manera tras los cuatro primeros partidos de Fernando al frente del equipo cualquier seguidor blanquiazul firma el estar, a falta de tres jornadas, en disposición de obrar el milagro de la permanencia, pues seguirá siendo un milagro si el preparador blanquiazul consigue el objetivo.
Y delante el Espanyol. Colotto, Verdú, Capdevila aunque no juegue... Mucho ex. Como para fiarse de la situación. Amén de que a los pericos les queda una última posibilidad europea que pasa por ganar hoy, en no pocas ocasiones los ‘ex’ hacen bueno el refrán de que no hay peor cuña que la de la propia madera, así pues que nadie piense que Colotto la va a meter en su portería aunque le afecte hasta el propio concurso blanquiazul.
Los jugadores deportivistas tienen que saltar al campo a hacer el partido de la temporada. A ver si no se suda la gota gorda en la defensa, si se despeja con criterio y se mantiene la intensidad para recuperar la pelota en buenas posiciones por estar precisamente bien puestos sobre el campo. A ver ésas transiciones rápidas, si los de arriba son directos y ‘amarran’ menos, la sueltan antes, llegan rápido a la meta rival. A ver la fuerza de los medios, si se imponen a los rivales por fútbol, contundencia, si ganan el espacio... A ver si el equipo es capaz de jugar como sabe, con el criterio Vázquez. Tiene que ser. Tiene que salir. Hay que dejarse la piel, desde el primero al último, para que la maquinaria funcione y ahogue a la espanyolista. En estos partidos hay que imponerse desde el principio, ser protagonistas, valientes, pero sobre todo absolutamente entregados, concentrados, competitivos en definitiva.
Aunque esto es la Liga vamos a cambiar el nombre por el de final porque, además, al Depor se le dan bien. Es un partido épico de los de ganar ‘sí o sí’, rotundamente, por lo que ustedes quieran, por hombría, coraje, Coruña, Riazor, el club, la historia, la afición que nunca ha fallado... Forza Depor.VIA IG. @XALOMONTE
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