Fernando Vázquez se dirige a sus futbolistas, entre ellos Evaldo, el primero por la derecha. / carlos pardellas
E. COBAS A CORUÑA Fernando Vázquez dedicó buena parte del entrenamiento de ayer, el segundo desde que se hizo cargo del Deportivo, a afianzar conceptos defensivos con el objetivo de frenar de una vez por todas la sangría de goles encajados, 51 en 23 jornadas, una herida abierta que ni primero José Luis Oltra, ni después Domingos Paciência, fueron capaces de cicatrizar. Sin llegar a saturar de información a sus jugadores, el coruñés sí corrigió algunas posiciones y dio las claves para que tanto los laterales como los centrales sepan elegir el momento adecuado para romper la línea y apretar en la presión, siempre evitando correr riesgos. La palabra "juntos" fue la que más veces repitió.
Para exponer sus consignas dividió a sus jugadores en varios grupos de cuatro, que sucesivamente formaron en retaguardia para contener ataques, con la dificultad añadida de que lo hicieron en inferioridad numérica. Mientras solo cuatro defendían, ocho atacaban a la vez. La primera zaga que presentó -condicionada por las bajas para Sevilla de Marchena, Aythami, Manuel Pablo y Laure- fue la teórica titular, con Sílvio en el lateral derecho, Kaká y Zé Castro formando el dúo de centrales, y Evaldo en el carril zurdo. Ayoze, el otro lateral izquierdo que hay en la plantilla, ya ha acumulado muchos entrenamientos desde que superó su lesión muscular, pero de momento Vázquez no lo debe de ver en óptimas condiciones para jugar de inicio, al menos a tenor de sus primeras pruebas de ayer en Abegondo.
Fue precisamente Evaldo el que más consignas particulares recibió del nuevo técnico, muy conciliador en el tono con el que se dirigió a sus hombres, pero al mismo tiempo exigente para que la intensidad fuese alta. No solo habló Vázquez. También hubo futbolistas, como Zé Castro, con los que intercambió impresiones sobre la marcha para aclarar cómo quiere que se hagan las cosas a partir de ahora. Acaba de llegar y antes del partido de mañana solo habrá acumulado tres entrenamientos: los dos de Abegondo, más el de esta tarde en Sevilla. Muy poco tiempo para que mañana en el Sánchez Pizjuán (21.30 horas) se aprecien grandes cambios tácticos. La línea, de momento, será continuista, al menos en cuanto a la disposición de los futbolistas.
El preparador coruñés no solo ajustó el balance defensivo con sus hombres específicos para la zaga, sino también con los centrocampistas y e incluso con Riki, al que ubicó en la izquierda para ese ejercicio de contención. Además de esa línea formada por Sílvio, Kaká, Zé Castro y Evaldo, el técnico rotó a otros cuatro cuartetos que sucesivamente se fueron turnando para ajustar movimientos defensivos: Manuel Pablo, Insua, Marchena y Ayoze; Pizzi, Juan Domínguez, Abel Aguilar y Bruno; Camuñas, Assunção, Álex y Riki; y Salomão, Valerón, Jesús Vázquez y André Santos. El único futbolista que solo se dedicó a atacar en todas las rotaciones fue Nélson Oliveira.via, OC.@XALOMONTE
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