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lunes, 23 de abril de 2012

EL PARTIDO MAS LOCO DE LA TEMPORADA, DEPOR -ELCHE 4-3



Valerón realiza un quiebro durante el encuentro de ayer frente al Elche. / j. varela 
 
EUGENIO COBAS | A CORUÑA El partido más loco de la temporada en Riazor se decidió en un alarde de lucidez, el que tuvo Colotto en el minuto 89 para ajustar su remate lejos del alcance de Juan Carlos. No se puso nervioso en boca de gol. Controló, levantó la cabeza y se acomodó el balón a su pierna izquierda para firmar el definitivo 4-3. El tanto del argentino puso en su sitio al Elche, que igualó hasta en tres ocasiones un marcador adverso, y activó la cuenta atrás para el ascenso. Definitivamente está en marcha y a estas alturas ya no hay quién la pare. Con 13 puntos sobre el Celta, tercero, el Deportivo acaricia ya su objetivo a falta de ocho partidos. La afición coruñesa, la mejor de España según la Liga de Fútbol Profesional, se marchó del estadio haciendo cábalas sobre cuántas jornadas sobrarán para garantizar matemáticamente el regreso a la elite. Aún faltan puntos por sumar, pero a este paso el Dépor pronto cruzará con éxito la meta.

Y eso que ayer sufrió para amarrar los tres puntos ante un rival incómodo y que supo responder de inmediato a cada uno de los tres primeros goles locales. El que abrió el marcador lo firmó Valerón al aprovechar un buen servicio de Bruno Gama desde la derecha (m.5). Al Dépor se le ponía el partido de cara a las primeras de cambio, pero siete minutos después Ángel se encontró con el empate al culminar una jugada embarullada en el área. El 1-1 dejó aturdido al líder, que tardó en ser el de costumbre en Riazor. Tuvo mucho el balón, pero sin la misma claridad de ideas que otras veces. El Elche se sentía cómodo. Tanto, que por momentos fue capaz de llevar la iniciativa en la zona de creación, donde Generelo abarcó mucho campo.

Sin demasiada profundidad ni amplitud de bandas, el líder tuvo que recurrir a los disparos lejanos y al balón parado para generar algo de peligro. Una vaselina de Guardado, un cabezazo de Zé Castro a la salida de un córner y una falta directa lanzada por el mexicano al larguero fueron las mejores aproximaciones coruñesas hasta el descanso. El Elche llegó menos, aunque Mantecón obligó a Aranzubia a estirarse para evitar el 1-2.

Al líder le quedaba todo el segundo tiempo para armarse de paciencia en busca de un segundo gol. Con lo que no contaba era con tener que marcar otros tres para lograr la victoria. Valerón, a pase de Juan Domínguez, estuvo a punto de ver puerta nada más comenzar la segunda mitad. El Deportivo parecía otro, mucho más creativo en ataque. Sobre todo porque trató de asociarse, con El Flaco y Juan Domínguez bajando a recibir el balón, y también porque ensanchó el campo, con Bruno Gama y Guardado muy incisivos. Entre ambos cocinaron el 2-1. Centro del mexicano desde la izquierda, control del portugués y remate cruzado y potente, imparable para Juan Carlos (m.55).

De nuevo la ventaja le duró poco al líder, que dos minutos después veía cómo Ángel firmaba de cabeza el segundo en su cuenta particular. Aranzubia, que también es humano aunque a veces no lo parezca, embolsó el balón con sus manos pero acabó colándoselo él mismo entre sus piernas. Otro mazazo al que respondió Bruno Gama con el 3-2 desde fuera del área. Esta vez parecía que la ventaja iba a ser definitiva, pero solo fue un espejismo que duró tres minutos, los que tardó Albacar en devolver la igualdad de falta directa. Locura de partido, y nueva bofetada al líder.

Con Xisco ya en el campo y Borja de improvisado central en lugar del lesionado Zé Castro, a Oltra le quedaba solo un cambio para acabar de prender la mecha en ataque. Y esperó hasta el 85 para hacerlo: Salomão en lugar de Álex Bergantiños. Más velocidad y desequilibrio en busca de la victoria. Sin embargo, el Deportivo generó peligro sobre todo a balón parado. Primero, una falta ensayada que casi da sus frutos. Puro trabajo de laboratorio en el que solo falló la definición. En vez de buscar el disparo directo, Valerón habilitó a Lassad, quien solo ante Juan Carlos voleó demasiado alto. Faltaba quemar el último cartucho, como una semana antes en Vigo. Esta vez no fue una falta lateral sino un córner el que dio lugar al gol de la victoria. El balón quedó muerto a los pies de Colotto, quien definió con temple y precisión, como si fuera un nueve, para activar definitivamente la cuenta atrás hacia el ascenso.fuente OC.@XALOMONTE

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