Ayer volvieron a charlar de forma distendida durante la sesión de recuperación en Abegondo. Entre ambos hay una química especial, producto de la confianza mutua, como cuando Oltra le comunicó que no iba a jugar en Huesca. "Míster, creo que aciertas", le respondió Valerón en un alarde de humildad inusual en el fútbol de elite. El grancanario agradece el protagonismo que le está brindando el nuevo entrenador -"no esperaba tener tanta continuidad"- y también sus indicaciones para que dispare sin vacilar. "A veces estás pendiente de crear juego para los compañeros y piensas que con eso es suficiente, y es positivo el hecho de que te digan: 'Oye, tú también puedes llegar y hacer goles'. Es bueno creérmelo para intentar hacerlo en cada partido -reconoce-. Él me anima mucho a tener esa presencia. Unas veces saldrá y otras no, pero si estás cerca del área siempre se pueden producir ese tipo de jugadas que a veces pueden terminar en gol".
De momento lleva tres, los que marcó ante Sabadell, Recreativo y Alcorcón. En toda su carrera nunca ha superado las cuatro dianas en un mismo campeonato de Liga, un registro que va camino de batir a poco que se le den bien las cosas de aquí a junio. Mientras, saborea su tanto de anteayer en Riazor. "Estoy contento por haber aportado otro gol más. Para mí siempre es una satisfacción, sobre todo porque sirve para ayudar al equipo. No soy muy goleador. Por eso es algo que cada vez que pasa, para mí supone una gran alegría".
Más allá de su aportación de cara a puerta, Valerón se centra única y exclusivamente en "seguir ayudando al equipo". Ha jugado todos los partidos salvo el de Huesca, un desgaste que por ahora no acusa pese a sus 36 años. Oltra es quien debe dosificarlo y, a juicio del mediapunta, "está manejando muy bien esa situación". "Seguro que no voy a estar todos los partidos igual de fresco -reconoce El Flaco- pero es normal".
Aparca su futuro hasta junio
Con contrato hasta 2015, Valerón decidirá a final de temporada si sigue otro año más en activo o bien opta por colgar las botas y cambiar el terreno de juego por los despachos. Ahora mismo, lo único que le preocupa es hacer todo lo posible por devolver a su equipo a Primera. "Por encima de lo que vaya a pasar conmigo, hay un objetivo muy importante para el Deportivo y el deportivismo que es el ascenso. Estamos todos centrados en eso". Todo lo demás es secundario para él, aunque sabe que tanto Oltra como Lendoiro son partidarios de que siga de corto, mínimo otro año más. "Para mí es muy importante la opinión del club y del entrenador. Eso va a pesar mucho. Ahora mismo las sensaciones son buenas pero me gusta tomar las decisiones con frialdad y normalidad. A final de temporada se verá. Será el momento de plantearse la situación y decidir lo que sea mejor -argumenta-. Ahora no es algo que me preocupe demasiado. Estoy tranquilo y centrado en el equipo".
La afición lo adora. La propia y con frecuencia también la rival, como la del Alcorcón, que el sábado aprovechó el desplazamiento a Riazor para corear su apellido: "Para mí siempre son situaciones muy emotivas y que te llenan de satisfacción. Me siento agradecido por ese cariño de la gente. Te hace estar con mucha ilusión para levantarte cada día con ganas de seguir ayudando y seguir dando mi mejor fútbol". Así prepara la visita a Guadalajara, centrado en el día a día y sin pensar en más allá del partido del sábado: "Es el momento de seguir trabajando e ir a lo nuestro".fuen,OC.@XALOMONTE
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