Se acerca el derbi cuatro años y medio después y casi ocho décadas desde que comenzó esta tradicional rivalidad. En la parte blanquiazul, José Luis Oltra no suelta prenda ni da pistas sobre la alineación, en la que debe recomponer las ausencias de Guardado y Jesús Vázquez. Es más, es factible que hasta horas antes del encuentro no se la dirá a sus jugadores.
El partido tiene la trascendencia de la rivalidad, pero no tanto de la clasificación a estas alturas de la campaña. No obstante, entre los seguidores deportivistas todo lo que no sea ganar podría quebrar la confianza ciega en un equipo que tiene la meta de ascender al final de la Liga. "El derbi no se juega..., se gana", así de claro lo expresaron en el entrenamiento de ayer los Riazor Blues en una pancarta a la plantilla.
"Este partido se vive de una forma un poquito más especial por llevar tantos años sin jugarlo", manifestó tras la sesión preparatoria Valerón en la sala de prensa de Abegondo, y fue de la misma opinión que expresó el día anterior Aranzubia, en cuanto a que en este tipo de confrontaciones nunca hay un favorito. "Los dos equipos están muy igualados, y el partido tendrá mucha intensidad", aventuró. fuente el correo,gallego.@XALOMONTE
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