El Deportivo carga desde el pasado sábado con un gran peso, un lastre incómodo que le ha mantenido en vilo durante toda la semana. Todavía avergonzado por la debacle del 4-0 en Alcorcón, regresa a Riazor dispuesto a lavar su mala imagen y desprenderse de ese molesto bulto con un triunfo reconciliador, a ser posible acompañado de buen fútbol, algo que ha escaseado en este arranque de temporada. No lo pondrá fácil el Guadalajara, sorprendente líder pese a ser un recién ascendido. Afronta el encuentro lanzado por su inercia positiva y sin nada que perder. No es el favorito, por mucho que ocupe el lugar más alto de la clasificación. Llega a A Coruña con la máxima humildad y respeto, empezando por su técnico, Carlos Terrazas, que califica el partido de esta tarde como "el más difícil de los 42".
El Dépor, que sí tiene mucho que perder, deberá mostrar esa misma humildad y respeto si no quiere llevarse otro disgusto. La victoria es el único resultado válido para aliviar, al menos momentáneamente, los efectos del alcorconazo. Los tres puntos servirían para engancharse de nuevo a la zona noble y recuperar parte de la autoestima perdida en Santo Domingo. Lo necesitan los futbolistas y también la afición, intachable e incombustible. Hoy le toca madrugar más que de costumbre para animar a su equipo. Volverá a hacerlo con fuerza y al unísono, sin olvidar lo que pasó hace una semana, pero consciente de que el conjunto blanquiazul necesita más que nunca el aliento del público para superar este bache.
Le está costando al Dépor aclimatarse a la nueva categoría. Sus números, hasta el momento, son aceptables, incluso exagerados para los escasos méritos que ha hecho. Sus tres agónicas victorias, ante Recreativo (1-0), Barça B (2-3) y Sabadell (2-1), le mantienen a sólo dos puntos del líder. Ésa es casi la mejor noticia hasta el momento. La peor son las sensaciones que transmite el equipo, todavía en construcción y sin acabar de definir cuál es su verdadera identidad. Intenta ser valiente y jugar al fútbol, algo innegociable para Oltra, pero sin balón le cuesta rearmarse. Sufre especialmente en defensa, una línea marcada hoy por las numerosas bajas. Sin Colotto y Laure, sancionados, ni Manuel Pablo, lesionado, Oltra echará mano de Seoane y Zé Castro para recomponer su zaga. Volverá a plantarla muy adelantada, como de costumbre, con la intención de ahogar al rival desde muy arriba. El caso es que no se produzcan desajustes. Suelen costar caros. También en Segunda.fuente la opinion.@XALOMONTE
El Dépor, que sí tiene mucho que perder, deberá mostrar esa misma humildad y respeto si no quiere llevarse otro disgusto. La victoria es el único resultado válido para aliviar, al menos momentáneamente, los efectos del alcorconazo. Los tres puntos servirían para engancharse de nuevo a la zona noble y recuperar parte de la autoestima perdida en Santo Domingo. Lo necesitan los futbolistas y también la afición, intachable e incombustible. Hoy le toca madrugar más que de costumbre para animar a su equipo. Volverá a hacerlo con fuerza y al unísono, sin olvidar lo que pasó hace una semana, pero consciente de que el conjunto blanquiazul necesita más que nunca el aliento del público para superar este bache.
Le está costando al Dépor aclimatarse a la nueva categoría. Sus números, hasta el momento, son aceptables, incluso exagerados para los escasos méritos que ha hecho. Sus tres agónicas victorias, ante Recreativo (1-0), Barça B (2-3) y Sabadell (2-1), le mantienen a sólo dos puntos del líder. Ésa es casi la mejor noticia hasta el momento. La peor son las sensaciones que transmite el equipo, todavía en construcción y sin acabar de definir cuál es su verdadera identidad. Intenta ser valiente y jugar al fútbol, algo innegociable para Oltra, pero sin balón le cuesta rearmarse. Sufre especialmente en defensa, una línea marcada hoy por las numerosas bajas. Sin Colotto y Laure, sancionados, ni Manuel Pablo, lesionado, Oltra echará mano de Seoane y Zé Castro para recomponer su zaga. Volverá a plantarla muy adelantada, como de costumbre, con la intención de ahogar al rival desde muy arriba. El caso es que no se produzcan desajustes. Suelen costar caros. También en Segunda.fuente la opinion.@XALOMONTE
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