Augusto César Lendoiro, presidente del Deportivo La Coruña, hizo declaraciones acerca de la manifestación pública de Andrés Guardado, quien dijo que jugaría en Segunda División del fútbol español. Pero el máximo mandatario dijo que la continuidad del mexicano continuidad tenía un problema contractual:
El problema: "No es que Guardado tenga ganas de salir, es que no tiene ganas de renovar".
"El club, durante muchos meses, años incluso, ha intentado renovarle, pero como no había disponibilidad por parte de Guardado ni de Ordiales, se decidió iniciar conversaciones para ver si había una oferta importante. No hay una oferta convincente. Estamos a la espera de que la haya o de que el jugador cambie de opinión y renueve”.
Poca colaboración del jugador y su entorno: “No tenemos interés en que Guardado deje de pertenecer al equipo, pero no se llegó nunca a plantear una revisión de contrato, porque ni el jugador ni su entorno estuvieron dispuestos a prolongarlo”.
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