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sábado, 2 de julio de 2011

EL PARAGUAS DE LA CONCURSAL














El fútbol español salió de la quiebra a principios de los noventa cuando los clubes tuvieron la obligación de convertirse en Sociedades Anónimas. Salvo Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao y Osasuna, el resto pasaron por el proceso, saneando sus cuentas, ya que el dinero recaudado por las quinielas se iría destinado a pagar una deuda millonaria con Hacienda. Además se prometieron ingresos futuros muy elevados con la irrupción de las televisiones. El panorama era alentador; se abría un camino con miles de millones de las antiguas pesetas en muchos conceptos que harían del fútbol español uno de los más potentes de Europa. Veinte años después los clubes se lo han gastado todo.
Los últimos veinte años han puesto al descubierto la mala gestión de los equipos de fútbol que se han gastado todo lo que tenían, han hipotecado los derechos futuros de televisión, y deben 4.000 millones de euros. Una vez más el sector necesita un rescate, pero el Gobierno no va a acudir, como en el proceso de conversión en sociedades, a salvar a unos equipos mal dirigidos por sus gestores.
Por si fuera poco irrumpió, desde 2004, la famosa Ley Concursal. Los clubes la han utilizado como tabla de salvación y, a día de hoy, son 22 los equipos que han pasado el proceso, están inmersos en él o lo han solicitado. Reducen así la mitad de las deudas y amplían el tiempo para pagarlas, pero los que tienen que cobrar, como el Deportivo, lo pagan al no tener los jugadores que venden, ni el dinero que deberían recibir por ellos. El Zaragoza es el mejor ejemplo y el ‘Caso Lafita’ el exponente del mismo. Un esperpento.
El Hércules presentó el jueves ante el Juzgado de lo Mercantil de Alicante la solicitud de concurso. En ella, que tendrá que ser aprobada en los próximos días por el juez, se incluye un plan de viabilidad donde se detalla un presupuesto “equilibrado” para la próxima temporada. Según el club “la puesta en práctica de este plan, junto con los acuerdos que se deriven del procedimiento concursal, permitirán al club aliviar su actual situación con el fin de que se desarrolle un modelo de negocio viable y sostenible a largo plazo”. Así, solicitará para el convenio de acreedores una quita máxima del cincuenta por ciento y cinco años de plazo para abonar las deudas.
Los clubes se pasan las palabras del Secretario de Estado para el Deporte por los felpudos de sus puertas. Albert Soler dejó claras las cifras en su comparecencia de esta semana. “Hay cuatro mil millones de deuda, entre 20 y 22 clubes en concurso, 300 jugadores sin cobrar, 45 millones de deuda con los profesionales y también con la Hacienda Pública”, dijo.
Mientras los presidentes piden ayuda, pero van a concurso, el CSD ya ha dejado claro que no habrá regalos. “Vamos a aportar ideas, que no dinero. No hay dinero ni voluntad de ponerlo. El Gobierno no pondrá ni un euro”.
Hay dos grupos bien diferenciados en la Liga, los que apoyan las solicitudes concursales y los que, como el Deportivo, no las aceptan o, al menos, piden que no sea un paraguas de inmunidad. Si un equipo en esta situación no paga a sus futbolistas no desciende por acogerse a la ley, pero si lo hace otro que no está en concurso da con sus huesos en Segunda o Segunda División B.
En el club blanquiazul no constaban ayer denuncias de jugadores, pero tampoco las tienen todas consigo ya que aún no son públicas y no se ha remitido ninguna a la entidad gallega, pero podría llegar, ya que son unos 300 los futbolistas que han denunciado ante la AFE que los clubes les deben, en total, 45 millones de euros. Bancarrota.Fuente I.G

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