Mantenerse en Primera no es tarea fácil para los pobres, y el Deportivo comprobó ayer hasta donde puede llegar el sufrimiento de la mano de un Athletic que no se rindió nunca. En el peor momento apareció Valerón, demostrando que los buenos jugadores se convierten en grandes cuando mayor es la adversidad. El Flaco dio un recital de principio a fin y la guinda fue la jugada del gol que certificaba la remontada para dejar al Deportivo muy cerquita de la ansiada permanencia. Genial futbolista, lo mismo que una afición que demostró por qué este equipo lleva 20 años seguidos en Primera y sin cuya fe y apoyo posiblemente ahora estaríamos hablando de otra cosa muy distinta.
La intensa noche comenzó con un Depor que salió a asustar y se encontró con un mordisco en la yugular cuando sólo habían pasado tres minutos de partido. Con Riazor volcado y un primer aviso de Riki, el Athletic montó una perfecta contra que terminaría en gol. Iraola recorrió su banda con placidez y mandó un perfecto pase a Toquero, que incrustado entre los centrales del Depor remató de primeras a la media vuelta. Fue un movimiento rápido, un latigazo de nueve puro que dejó plantado a Aranzubía. El respeto de la grada a lo que estaba en juego se convirtió en miedo. La salida en tromba de los de Lotina era de repente un diluvio de problemas que hacía presagiar lo peor.
A pesar del enorme mazazo, los coruñeses no se descompusieron, aunque convirtieron el partido en una peligrosa ruleta de ida y vuelta. El Depor se volcaba una y otra vez hacia la banda derecha, con un Riki tan participativo como desacertado. La consigna era clara, balón a Valerón y que el mago invente. E inventaba, como un perfecto pase al madrileño que le dejó solo ante Iraizoz, pero la carrera hacia portería se le hizo tan pesada que ni siquiera llegó a rematar.
Poco a poco los nervios de los de Lotina se disparaban y la comodidad del Athletic aumentaba. Con muy poco, dos toques acertados, un balón largo a Llorente o un quiebro de Muniain, el peligro sobre Aranzubía se palpaba. Pero la sangre no llegó al río y de eso se aprovechó el inspirado Adrián, rápido en un remate dentro del área que tras tocar en Gurpegi y el palo, terminó en el gol del empate. El tanto hizo respirar a Riazor, que por fin veía como su total entrega al equipo recibía su justo premio.
A partir de ahí, los argumentos de cada equipo se hicieron más nítidos, al tiempo que la intensidad, absoluta desde el inicio, bajaba enteros. Caparrós, que por cuarta vez consecutiva pierde en Riazor, ordenó el plan Llorente, el que casi siempre funciona. El delantero lo hacía casi todo bien, repartiendo juego cual crupier en el casino y dejando un remate de cabeza que hizo temblar el larguero de Aranzubía. En el Depor, todo pasaba por el genial Valerón. El canario conducía, pasaba e inventaba fútbol, pero con Riki y Guardado perdidos, Adrián, que mandó un centro al larguero, era su único socio. Igualdad en dos apuestas futbolísticas, igualdad en el descanso y 45 minutos de infarto.
Castillo. En el segundo tiempo cambió la decoración, aunque no el sufrimiento. El Athletic bajó una marcha el motor y el Deportivo empezó a encontrar mayores facilidades. El peligro se seguía llamando Valerón, que ayer además de dejar un repertorio de pases, supo sacar el orgullo y aguantar los choques del permisivo Mateu Lahoz. Los de Lotina rondaron el gol con Adrián, Riki y Juan Rodríguez, pero tuvo que ser un león el que rematase la faena. El Flaco se inventó un pase donde no había hueco para dejarle una autopista a Adrián. El asturiano la corrió veloz hasta el área y dio un buen pase hacia Riki que Castillo interceptó para castigar a un desesperado Iraizoz.
La remontada, lo más difícil, estaba hecho, pero la angustia duraría hasta el final. Toquero, en el descuento, tuvo el empate en su cabeza, pero se marchó fuera por milímetros. El gol certificaría Europa para los leones, que tendrán que esperar un poquito. Lo mismo que lo tendrá que hacer el Depor, porque aunque está fuera de descenso, este año 42 puntos no garantizan la deseada salvación.
El detalle: Lotina, sanción de dos partidos
Competición sancionó ayer a Lotina con dos partidos por sus palabras a Estrada Fernández, por lo que tuvo que ver el partido desde una cabina de prensa. El Comité también dejó sin efecto la amarilla a Laure por el penalti que no fue.fuente as
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