Las aguas vuelven a su cauce, o eso parece. Tras las duras declaraciones del representante de Zé Castro, Nuno Patrão, contra Miguel Ángel Lotina, ayer medió el central: "Pusieron un poco en duda mi profesionalidad y eso es algo que yo no dejo que nadie lo haga, porque de eso nadie puede decir nada". Asimismo, indicó que todo el mundo que lo conoce sabe cómo es "y eso es lo que realmente importa".
Sin embargo, consciente de que su ausencia incomodó y hizo levantar ampollas, el portugués quiso disculparse. "Si he hecho daño a alguien pido perdón por no estar presente en el partido. El resto es una cosa del grupo", reseñó el defensa, y añadió que no había estado "por motivos personales, pero no estoy aquí para hablar acerca de mi vida privada".
Para cerrar cualquier tipo de rencilla declaró, además, que había aclarado todo "con quién tenía que hacerlo", aunque no precisó si esa persona había sido el entrenador blanquiazul. Asimismo, no quiso polemizar sobre su relación con el cuerpo técnico. "Tengo contrato con el Dépor, es la entidad que me paga, que yo tengo que respetar. Tuve muchos entrenadores, trabajé con muchas personas y siempre he tenido buenas relaciones. No siempre se puede ser amigo de todo el mundo, pero lo importante es trabajar todos los días", indicó el luso, que apuesta por pasar página: "A partir de ahora lo fundamental es el grupo, no dar demasiada importancia a estar cosas".
Por su parte, Lotina también quiso zanjar el asunto y no echar más leña sobre una situación que, para el de Meñaka, fue cuestión de la mala fortuna. "Hemos hablado y hubo un montón de mala suerte. Pensaba llevar a 20 convocados y al final opté por 18. También fue mala suerte porque suele venir. El lunes, además, por lo que sea tuvo un tema personal y coincidió todo. Pero, no le quiero dar importancia", subrayó el técnico.
Además, recordó que los futbolistas no tienen que a acudir al estadio. "No están obligados a acudir y este asunto es más una cosa entre compañeros, no del entrenador", relató el técnico vasco, que recalcó que este incidente no variará la situación deportiva de Zé Castro en el Deportivo. "Conmigo juegan los que creo que tienen que hacerlo, yo quiero ganar y si tengo que poner a competir a alguno con el que tengo poca relación, lo meto. Y si gano, tan contento. No pienso quién jugó ese partido", aclaró el preparador deportivista.
El luso, foco de las críticas
No es la primera vez que el central portugués está en el ojo del huracán. El pasado mes de febrero, coincidiendo con un bajón de juego y resultados, Riazor apareció con pintadas que criticaban la actitud del equipo. Una de ellas, incluso, estaba personalizada en la figura del zaguero, y le instaban a fichar por un equipo "grande".
No obstante, Zé Castro aseguró respetar las opiniones de la calle. "La gente tiene derecho a hacer lo que le da la gana. Estando equivocada o no puede hacer lo que quiera. Yo reitero que tengo la conciencia tranquila. La gente que no me conoce pues hace lo que quiere, si me conocieran no lo harían", incidió el defensa.
Tras la tempestad del fin de semana, parece que ahora llega la calma de nuevo al Deportivo y todo parece indicar que los agentes implicados no quieren darle más vueltas al asunto. Sin embargo, la ausencia del luso lo ha vuelto a situar en el foco y esta vez, por un tema extradeportivo.
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