A falta del derbi gallego en Primera División, el Deportivo tiene en el Valencia un enemigo enconado desde aquel mes de mayo de 1994 en Riazor. Desde entonces ambos equipos se enfrentaron en partidos trascendentes de los que siempre salieron bien parados los blanquiazules, incluso en esta época de vacas flacas en la que superaron a los locales en dos ediciones distintas de la Copa del Rey, la última fue la anterior. Por eso por la ciudad del Turia tienen cierta antipatía a los coruñeses, a los que esperan con las garras preparadas para asestarles un buen golpe y enviarlos de regreso a casa de vacío. Pero también el cuadro deportivista tiene las zarpas dispuestas para soltarlas cuando proceda y volver a sumar en el campo de un equipo en teoría muy superior, "Es de los pocos que pueden hacer frente a los dos grandes de la Liga", reconoció ayer Lotina.
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