Caras nuevas y viejos males. El nuevo proyecto de Lotina quiere el balón y apuesta por ser protagonista, pero le falta último pase, pegada y encontrar un líder sobre el terreno de juego. La vacante de Filipe Luis sigue libre y hoy ante el West Ham en Londres entra en escena, ya como titular, su heredero natural: Andrés Guardado.
El mexicano llegó hace tres años como la solución a todos los males en A Coruña y ahora parece que ha llegado el momento de que asuma los galones ofensivos después de las magníficas sensaciones que dejó en su estreno esta temporada en el Teresa Herrera.
El West Ham, con todo el aroma de fútbol clásico y físico de la Premier, hará de anfitrión esta tarde ante un Depor en cuadro por las pequeñas lesiones de pretemporada. Hasta once bajas dejarán a Lotina con lo justo para formar un equipo de garantías que rompa un doble gafe: la falta de gol (tiene la peor media de la pretemporada en España) y el hecho de que todavía no le haya ganado a un Primera en este verano. La apuesta de Lotina será experimental con Seoane en el lateral izquierdo, con Rochela en el pivote y Dioni en el ataque, junto a Lassad. El Depor será más canterano que nunca.
Guardado será el alma en el asalto a Upton, la que fue en su día la casa de Diego Tristán. Ése es el único nexo de unión del deportivismo con los hammers, que también llaman la atención por contar en sus filas con el ex céltico Benni McCarthy o con Faubert, que tuvo una esperpéntica aventura de unos meses en el Real Madrid pre-Cristiano.
Más allá de los recuerdos no tan lejanos, la amenaza del West Ham se llama Carlton Cole, que lleva casi tantos goles él solo esta pretemporada como el Depor en total. Cinco por cuatro. El inglés es el líder de un equipo que se ha complementado con los fichajes del alemán Hitzlsperger, el francés Piquionne, el mexicano Barrera y el israelí Ben Haim.
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