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lunes, 18 de enero de 2010
SEGUN COMO SE MIRE
Ante tardes tan grises como la de ayer, conviene relativizar. A fin de cuentas, por más que duela horrores, no ha sido más que un partido. Un partido más, y de los complicados, por el rival y por las circunstancias que lo rodeaban (bajas, cansancio, experimentos). Suena a tópico porque lo es, pero no pasa nada por perder: el cómputo general de la temporada sigue siendo extraordinario, y una mala actuación no nos da derecho a dudar del compromiso y la capacidad de este cuerpo técnico y este grupo de futbolistas. Tenemos a tiro firmar la mejor temporada de los últimos años, por más que ansiemos una victoria para que el color del cristal a través del que miramos vuelva a cambiar. Tal vez por eso he elegido para la foto al único que ayer nos ofreció argumentos para la esperanza. Pero hay más. El talento y la velocidad de Lassad y Riki están a punto de acudir al rescate. Y antes, tocará beber ante el Sevilla otro trago de la Copa de la ilusión. Para olvidar Mallorca y para recordar el futuro.escrito de TOMAS Magaña en depor.com
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